bilbao - Como cada 1 de Mayo, los sindicatos vascos salieron ayer a la calle para situar bajo el foco mediático sus principales reivindicaciones. En el caso del mayoritario ELA, su secretario general, Adolfo Txiki Muñoz, volvió a lanzar severos reproches a la patronal y al Gobierno de Iñigo Urkullu, a los que responsabilizó de “los contratos basura y la precariedad”. Dando continuidad a los diversos encontronazos producidos con el PNV las últimas semanas, Muñoz reivindicó la legitimidad de los sindicatos para interceder en política. “Política es todo. No hace falta ser político para opinar de política. ELA opina sobre política y lo va a seguir haciendo”, advirtió.

El sindicato abertzale celebró ayer en Bilbao el acto central del Primero de Mayo, además de una manifestación en Iruñea, con la participación de 11.000 afiliados, según la organización. El discurso del secretario general, que estuvo acompañado por trabajadoras en huelga de las residencias de Bizkaia, incluyó severas críticas al Gobierno Vasco, al que llegó a comparar con Margaret Thatcher y sus políticas antisindicales puestas en práctica en Reino Unido en la década de los 80.

Entre otras referencias, Muñoz hizo alusión al acuerdo del diálogo social del pasado verano entre Lakua, Confebask y CCOO y UGT, en el que se reconocen los convenios de eficacia limitada firmados en minoría. “No se tolera al sindicalismo y patronal y Gobierno decidieron que la democracia sindical les estorbaba”, indicó Muñoz en relación a la mesa de diálogo.

Como en los días previos, el sindicato aprovechó la cita del Uno de Mayo para contestar a las críticas lanzadas por algunas instituciones y dirigentes del PNV a la estrategia de ELA. “¿Puede un ciudadano opinar sobre presupuestos y fiscalidad? ¿Sería antidemocrático negarlo, no?”, se cuestionó el secretario general, que afirmó que “no hace falta ser político para opinar de política”. “ELA lo ha hecho y lo va a seguir haciendo”, avanzó para a continuación remarcar que “política es todo”. “Política es la gestión de lo común, y lo común a nosotros y a nuestra gente le importa y le preocupa”, subrayó el dirigente sindical alavés. “Tenemos el derecho y la obligación de influir en la política”, reforzó, y nuevamente puso sobre el tapete la “doble vara de medir” del Ejecutivo vasco.

“Cuando ELA quiere opinar y hace propuestas de fiscalidad tienen el valor de decirnos que creemos un partido político”. “Pero cuando Confebask da su opinión, se le escucha y se le hace caso en todo”, afirmó Muñoz, que reiteró la apuesta del sindicato por jugar un papel en las decisiones políticas de Euskadi. “Afirman que no nos corresponde el papel que desempeñamos en la sociedad. Se atreven a decir que son ellos, los gobiernos, los que deben decidir qué puede hacer un sindicato. Nosotros les decimos que no, que no corresponde a nadie fuera del sindicato decidir lo que hacemos. No vamos a aceptar una relación clientelar”, proclamó Muñoz, e hizo mención a la autonomía de ELA para elaborar “su propio pensamiento y sis propias propuestas”.

“acuerdo estructural” Además, acusó al Gobierno Vasco de “aplicar a pie juntillas las políticas de ajuste y las reformas estructurales” del Gobierno del PP, así como de estar de acuerdo con Rajoy en que “el trabajo tiene que ser miserable” y en que “hay que apoyar a la patronal”. Según Muñoz, hay “un acuerdo estructural en la política para aplicar ajustes y reformas” entre PNV, PP y PSOE, dijo a un puñado de metros de donde, momentos antes, daba inicio la marcha de CCOO y UGT con la presencia, entre otros líderes socialistas, de Patxi López e Idoia Mendia.

También las dos centrales de ámbito estatal fueron objeto de las críticas por “estatalizar” la negociación colectiva, lo que “uniformiza a la baja” las condiciones de trabajo y “empobrece” a la gente. “Las condiciones que recogen los convenios estatales no justifican que un sindicato estampe su firma”.

Por otro lado, hizo un llamamiento de nuevo a la unidad de acción con LAB, al entender que hay una “imperiosa necesidad de que el trabajo en común” con este sindicato “sea una realidad y tenga efectividad en la negociación colectiva, en las propuestas sociales y en el proceso soberanista”.

Aunque los dos sindicatos aber-tzales celebraron este Primero de Mayo por separado, desde las dos centrales ya se indicó que las conversaciones de cara a recuperar la unidad de acción siguen avanzando y que no descatan poder recuperar una celebración conjunta en mayo del próximo año como hicieron en 2011.