BARCELONA - El economista francés Jean Tirole ha alertado de que la temporalidad y la precarización del mercado laboral aumentan la ineficiencia del mercado, ya que contribuyen a que las empresas no puedan formar a sus trabajadores con el tiempo suficiente para adaptar sus conocimientos a cada modelo de negocio.
En una entrevista, Tirole, galardonado con el Nobel de Economía en 2014, ha asegurado que, ante la conocida como cuarta revolución industrial, la que conlleva la digitalización de los procesos industriales y los modelos de negocio, “los Estados deben redactar nuevas normas más flexibles para encajar el modelo productivo con el nuevo escenario”.
A este respecto, el teórico ha asegurado que gran parte de los problemas que arrastran hoy las economías del sur de Europa están relacionados con “unos mercados laborales marcados por la rigidez”, lo que, a su juicio, “han ido en contra de los trabajadores, que no han sabido adaptarse al mundo digital, en el que ha cambiado la naturaleza de sus puestos de trabajo”.
“Los nuevos regímenes deben proteger primero al trabajador y luego los puestos de trabajo, que irán cambiando cada vez más rápido”, ha aseverado Tirole, que ha asegurado que uno de los mayores problemas de las economías del sur de Europa son las elevadas tasas de desempleo.
Para el experto, la solución a todo ello pasa por implementar políticas de alcance supranacional en el mercado laboral, es decir, “un paquete de leyes común a nivel europeo”, a fin de equiparar los derechos de todos los trabajadores y contribuir así a fomentar la igualdad de oportunidades y la movilidad del capital humano.
Y es que para Tirole la movilidad de los trabajadores es una de las claves del conflicto laboral, pues, a su juicio, un trabajo para toda la vida “frena la evolución de los empleados, que dejan de afrontar nuevos retos y, por consiguiente, de conseguir más rendimiento”.
robotización En referencia a la robotización, Tirole ha asegurado que “los robots no serán el problema de los mercados laborales”, pues ha argumentado que en países como Corea del Sur o Alemania, donde su uso es generalizado, “el desempleo no es un problema”.
De igual forma, ha argumentado que “los ordenadores no sustituirán a los doctores, sino que el trabajo de estos profesionales evolucionará hacia otros caminos”.
En cuanto a la recuperación económica de los países europeos, Tirole, que recibió el Nobel por su aportación a la investigación de los mercados y su regulación, ha opinado que hasta ahora han remontado gracias al dinero inyectado por el BCE.
Sin embargo, de cara al futuro el economista ha alertado de que “cada territorio deberá marcar su propio destino” mediante reformas que, a su parecer, “en ningún caso pasan por los nacionalismos”, tendencia que ha lamentado que esté tomando fuerza en su país natal y en las economías cercanas, y de la que ha dicho que “dan unas respuestas equivocadas y demagógicas a los problemas reales que tiene Europa”.
Por ello, ha abogado por tener en Europa, en la que confía para garantizar un crecimiento sostenido, “unos Estados fuertes y unos mercados que les complementen”.
Todo ello para que política y economía impulsen la “competitividad y no la revancha” y se garantice “la buena salud del contrato social” establecido entre trabajadores y poder, el que da sentido al modelo democrático, considera.
Tirole estuvo en Barcelona a principios de abril con motivo de la celebración del Foro de la Economía del Agua, en el que se pusieron sobre la mesa todos los retos pendientes para abordar el conflicto de la gestión de este bien universal, tomando especial relevancia aquellas cuestiones relativas al saneamiento, el derecho de acceso, la regulación y el suministro del agua en la ciudad. - Efe