bilbao - La crisis ha empujado a la cola del paro a un buen número de jóvenes. El porcentaje de vascos menores de 30 años que trabajan ha bajado del 43% en 2008 al 35%, lo que equivale a una pérdida de unos 20.000 empleos según las tablas de población de Eustat. Entre los que siguen trabajando se observan dos dinámicas contrapuestas, tal y como se remarca en el último informe del Observatorio Vasco de la Juventud. Por un lado aumenta el porcentaje de jóvenes que no llevan ni un año en su puesto de trabajo, lo que coincide con los mayores índices de temporalidad y rotación laboral, pero al mismo tiempo ganan peso los que tienen una antigüedad superior a un trienio. La crisis ha perfilado dos colectivos bien diferenciados: los que han resistido al paso de la tormenta y los que, al contrario, se ven obligados a encadenar los contratos más precarios.
Los datos del Observatorio Vasco de la Juventud confirman que el empleo juvenil se recupera en la CAV a partir de 2013, con un avance del porcentaje de menores de 30 años que trabajan de cuatro puntos en dos ejercicios hasta el 34,8% de 2015. En comparación con 2008 los jóvenes vascos con empleo bajan ocho puntos mientras los parados aumentan del 8 al 15,4%. Durante la crisis el porcentaje de jóvenes que se dedican a estudiar se mantiene en el 47% aunque hay un claro descenso respecto a 2004.
Entre los que trabajan hay un 44% de jóvenes con contrato temporal, el doble que la media en Euskadi. La cifra sube respecto al inicio de la crisis a pesar de que el deterioro de la ocupación se cebó, sobre todo en la primera recesión, con los trabajadores eventuales. En todo caso, la mejoría laboral producida entre 2013 y 2015 no hace repuntar la tasa de temporalidad juvenil. Al contrario, aumenta el empleo indefinido entre los menores de 30 años y, sobre todo, los que trabajan sin contrato. Este porcentaje escala hasta el 6%, el doble que en 2013 y prácticamente al mismo nivel que el número de jóvenes autónomos, que por su parte se desploman. Un dato preocupante que confirma que hay mucha precariedad escondida más allá de la contratación temporal que habitualmente recogen las estadísticas.
En este sentido, el informe del observatorio de la juventud sitúa a Euskadi muy por debajo de España en cuanto a temporalidad juvenil aunque supera con creces la media europea y a los principales países del entorno como Italia, Francia o Alemania. España encabeza el ranking con más de la mitad de los jóvenes trabajando con contrato eventual.
Pese a la elevada temporalidad que sufren los jóvenes vascos, hay un sector que logra preservar cierta estabilidad. Casi uno de cada tres lleva más de tres años en su puesto de trabajo cuando en 2008 eran el 24%. Es una de las notas positivas del informe conocido ayer ya que aunque se trata de una antigüedad corta que no ofrece plena seguridad laboral sí implica contar con una situación comparativamente más ventajosa que el resto de la juventud.
En el extremo opuesto, los que no han cumplido un año en su empresa pasan de ser el 38% de los que trabajan a suponer el 44% después de la crisis. Se acorta, por tanto, la franja de los que acumulan una experiencia de entre uno y tres años. La lectura es que, dentro de la complicada situación general, la crisis ha polarizado la situación laboral de la juventud.
Los que han conseguido preservar su puesto y aquellos afortunados que se han hecho con un contrato fijo pasan a constituir un bloque amplio de casi una tercera parte de los trabajadores. La falta de oportunidades ha servido de freno para cambiar de empleo y es causa también de que caiga la tasa de jóvenes que llevan en su puesto entre uno y tres años.
En el otro lado, se consolida un colectivo de jóvenes, casi la mitad de los que están ocupados, que solo consigue trabajos de corta duración, en algunos casos de meses pero también abundan los de apenas unos días. Más de una cuarta parte de los menores de 30 con trabajo lleva en su empresa menos de seis meses.
Baja el paro. En los últimos años baja el paro juvenil en Euskadi. Los jóvenes parados bajan del 18,7 al 15,4% entre 2012 y 2015, aunque el porcentaje es muy superior al que había en 2008. El porcentaje de jóvenes que trabajan crece cuatro puntos en dos años hasta el 34,8%.
Más precariedad. Entre los que trabajan un 44% tienen un contrato temporal, el doble que la media en Euskadi. Prácticamente el mismo volumen tiene un contrato fijo mientras se disparan los jóvenes sin contrato hasta el 6%.
Polarización. Los jóvenes que llevan menos de un año en su puesto suben hasta el 44%, la cifra más alta de los últimos años. Además, hay un 26% de jóvenes que trabajan que no llevan ni seis meses en ese empleo. Por otro lado, aumentan los jóvenes que llevan más de un trienio trabajando en el mismo puesto.
23,8%
La proporción de jóvenes que llevan entre uno y tres años en su puesto baja con fuerza.