bilbao - Expectantes pero no preocupados. Los empresarios vascos siguen con atención los primeros días de Donald Trump en la Casa Blanca y su peculiar forma de actuar. Gracias a su carácter efectista, el presidente de EEUU participa en todos los terrenos de juego y también en el económico. Sin embargo, en medio de toda la vorágine que es capaz de generar, Trump no ha dado todavía un paso legislativo en el ámbito industrial o de comercio exterior que afecte a Euskadi y se desconoce hasta donde está dispuesto a llegar en la defensa de las empresas de su país.
Con la bandera del proteccionismo ondeando en Washington, las compañías vascas están “vigilantes” si bien en estos momentos no existe “una gran inquietud” por la política del nuevo Gobierno de Estados Unidos. El empresario vasco que más lejos ha llegado en su valoración es Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, que el pasado lunes afirmó en una conferencia en Barcelona que no cree que “las políticas de fondo vayan a cambiar”.
El mensaje oficial de la patronal vasca es más neutro. Confebask sigue “con atención y vigilante” los movimientos que se producen al otro lado del Atlántico, “a la espera de si se materializan” las posiciones más agresivas con el libre comercio que ha planteado Donald Trump. Mientras, solo cabe “ser prudentes”.
Por ese terreno también transita el Cluster de la Automoción de Euskadi, Acicae. Como ocurre cuando hay una circunstancia que puede afectar al desarrollo de la industria vasca del automóvil, Acicae ha conformado un panel de expertos encargado de analizar la situación. Están prestando especial “atención” a los movimientos que se pueden producir en el espacio NAFTA, el tratado de libre comercio de América del Norte, en el que están EEUU, México y Canadá.
Ahí es donde la automoción vasca ve un posible elemento de distorsión con capacidad para frenar futuras inversiones en México si se ponen obstáculos para vender desde allí hacia Estados Unidos. Con todo el sector tiene puesta la mirada en Asia, donde hay expectativas de crecimiento del 40% para la industria del coche y dar un paso atrás en el país mexicano no supondría un quebradero de cabeza para las compañías vascas.
Otro segmento manufacturero muy volcado en el exterior es la Aeronáutica. El cluster Hegan considera que es pronto todavía para realizar una reflexión sobre esta cuestión. Otras fuentes del sector reconocen que se percibe cierta “incertidumbre” sobre todo por que la información llega a Euskadi “a golpe de tuit”. Sin embargo, no hay ningún movimiento tangible que aconseje cambiar la estrategia.
Como ocurre con otras actividades industriales, las compañías aeronáuticas vascas implantadas fuera tienen plantas tanto en México como en EEUU, un descenso de producción al sur de la frontera podría compensarse al otro lado con relativa facilidad. Es un mensaje de tranquilidad que comparte la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, quien en una entrevista publicada el pasado domingo en DNA recordó que Euskadi tiene proveedores de primer nivel (TIER1) tanto para la industria mexicana como para la estadounidense.
misiones comerciales Uno de los principales termómetros para medir la salud de las relaciones comerciales vascas son las misiones y las consultas que reciben las cámaras de comercio. De momento no se ha detectado una especial preocupación de las empresas en relación a la Administración Trump y es pronto para saber si las compañías cambian el destino de sus esfuerzos comerciales, porque está en fase de diseño el calendario de misiones a otros mercados, explican desde la Cámara de Comercio de Bilbao.
Bajando más al detalle, dos empresas vascas expuestas al exterior tanto por su actividad comercial como por sus implantaciones relatan a cómo están afrontando el desafío. La primera de ellas es CAF, una compañía que en estos momentos tiene una cartera de pedidos récord gracias a las contrataciones internacionales.
El constructor ferroviario no percibe indicadores que le “obligue a hacer una reflexión por que “no se ven cambios en el mercado de trenes y tranvías, ni a día de hoy ni de cara al futuro”. Con todo advierten de que la escena económica mundial “es muy cambiante” y que es posible que “dentro de tres meses” sea “necesario abrir un debate interno sobre la estrategia”.
Otro gran exportador vasco, Izar Cutting Tools, es la segunda empresa consultada. El fabricante vizcaino de brocas y fresas vende un 5% de su facturación en EEUU y algo menos en México. Son “cifras modestas” y no tiene implantaciones en esos países por lo que la exposición no es muy elevada.
A pesar de todo, su director gerente, Carlos Pujana, explica que existe “preocupación por el impacto que puede tener Trump” en el equilibrio de la economía mundial. “Si entras en guerras comerciales, sabes como empiezas pero no como acabas”, advierte. Pujana estima sin embargo que la “lógica del comercio internacional” hará que todo quede en “fuegos de artificio”. El máximo responsable de Izar considera que se trata de un “show mediático” que no llegará a nada, “porque si no las consecuencias pueden ser terribles”.
Las empresas vascas batieron el año pasado su récord de exportaciones a Estados Unidos, con ventas por valor de 1.717 millones de euros, y este año rondarán los 1.500 millones. El comercio exterior con México es menos intenso, en torno a 400 millones de euros anuales.
Déficit récord. Estados Unidos cerró 2016 con un déficit en su balanza comercial de 502.300 millones de dólares, el mayor de los últimos cuatro años. Ese desajuste entre exportaciones e importaciones es uno de los motores del proteccionismo de Trump.
Los exportadores alemanes consideran “alarmante” el rumbo de la política económica del nuevo presidente de EEUU y esperan que Europa le deje “claro” cuáles son sus líneas rojas. El presidente de la Confederación de Comercio Exterior y Mayorista, Anton F. Börner calificó a Trump de “empresario megalómano”, que ve a EEUU como su propia empresa familiar y que no entiende de refinamientos diplomáticos, por lo que hay que “dejarle claro en un lenguaje firme que su rumbo proteccionista es un riesgo para toda la economía mundial y su país”.