MADRID.
De este modo, según la declaración final de la misión del FMI que ha visitado España para elaborar el informe anual conocido como 'Artículo IV', la institución internacional prevé que la economía española crecerá en 2016 un 3,2%, igual que en 2015, mientras que el crecimiento del PIB se moderará al 2,3% en 2017, en ambos casos una décima por encima de lo que preveía respectivamente en la última edición del informe 'Perspectiva Económica Mundial', publicado el pasado mes de octubre.
"La economía española ha continuado con su impresionante recuperación y vigorosa generación de empleo", reconocen los técnicos del FMI, señalando que la tasa de crecimiento de la economía en 2015 fue de un vigoroso 3,2%, "y se prevé el mismo incremento para 2016", mientras prevén que el crecimiento del PIB real el año que viene se modere hasta el 2,3%" al empezar a disiparse el impulso de los precios del petróleo más bajos, la debilidad del euro y el estímulo fiscal.
De hecho, a medio plazo, y debido a que España seguirá enfrentándose especialmente a un débil crecimiento de la productividad y a un desempleo estructural elevado, "las perspectivas de crecimiento seguirán desacelerándose", una tendencia que se ha visto atenuada por las reformas aplicadas, demostrando que, con más medidas estructurales se pueden mejorar las perspectivas de crecimiento a medio plazo.
En este sentido, la misión del FMI señala que "el ajuste sigue siendo incompleto" y persisten debilidades estructurales, a pesar de los notables avances, particularmente en el caso del elevado desempleo y la extendida utilización de contratos temporales en las nuevas contrataciones, mientras la elevada deuda pública y la abultada posición de inversión internacional neta negativa hacen vulnerable a la economía a las perturbaciones económicas.
Esta declaración no representa necesariamente las opiniones del Directorio Ejecutivo del FMI, que deberá aún debatir y decidir sobre el informe que le será presentado y que se elaborará tomando como base las conclusiones preliminares de esta misión.
CONSOLIDACIÓN FISCAL GRADUAL
De este modo, en política fiscal los técnicos del FMI consideran que una consolidación fiscal estructural gradual, pero sostenida garantizaría una firme trayectoria a la baja de la deuda, mientras ve probable que el déficit público sea superior a las previsiones originales, a pesar del fuerte crecimiento económico y de un menor gasto en intereses.
En el futuro, los expertos del FMI señalan que los ajustes podrán efectuarse a un ritmo más calibrado, pero deberían ser sostenidos y sustentarse en medidas bien definidas, indicando que con un ajuste fiscal anual del saldo primario estructural de en torno al 0,5% del PIB, se lograría un equilibrio adecuado entre el mantenimiento de la recuperación económica y la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas.
"En ese sentido, las medidas fiscales adoptadas para 2017 constituyen un paso importante hacia la consecución del objetivo de déficit y la disminución de la deuda pública", añaden.
SUBIDA DE IMPUESTOS
Asimismo, la misión considera que "España puede permitirse un aumento de los ingresos", para lo que recomienda una reducción gradual de las exenciones del IVA, lo que incrementaría la recaudación a niveles semejantes a los de otros países de la UE.
Por otro lado, ante los bajos precios de la energía, los expertos del FMI reiteran que en España hay margen para aumentar los impuestos especiales y las tasas medioambientales.
"Junto con las reducciones ya adoptadas de los tipos de los impuestos de sociedades y sobre la renta de las personas físicas, estas medidas recaudatorias permitirían trasladar la carga tributaria, de forma favorable al crecimiento, de la fiscalidad directa a la indirecta", concluyen.
REFORMA DE LA FINANCIACIÓN AUTONÓMICA
No obstante, la misión del FMI advierte de que "si no se reforma, el sistema de financiación autonómica seguirá suponiendo un riesgo para la consecución de los objetivos fiscales".
A este respecto, los técnicos de la institución considera que el objetivo de las reformas debe ser mejorar los incentivos de las comunidades autónomas para cumplir sus objetivos fiscales, teniendo en cuenta a la vez sus diferentes capacidades económicas.
En este sentido, los expertos ven necesario hacer cumplir de modo más automático y estricto los objetivos, y dotar a las comunidades autónomas de mayor capacidad de movilización de sus propios ingresos.
Asimismo, los técnicos plantean la posibilidad de introducir transferencias ligadas a resultados, con el fin de incentivar avances en áreas críticas de reforma, como la aplicación de la 'Ley de Unidad de Mercado' y las políticas activas de empleo.