donostia - La Asociación de Empresas de Software Libre de Euskadi será la anfitriona, los próximos 22 y 23 de noviembre, del congreso LibreCon que por segunda vez reúne en Bilbao a destacados actores de las tecnologías abiertas en una cita que se centrará en la industria 4.0 y el sector financiero. Su presidente, Eneko Astigarraga, explica la situación de un sector que tiene mucho recorrido.

¿Qué grado de representatividad tiene ESLE?

-Agrupamos a 40 empresas de software libre en las que trabajan 1.500 personas de cualificación alta y, en su mayoría, jóvenes. Nuestra facturación es de 85 millones de euros que, según estimamos, representa el 10% del total de la cifra de ventas del sector en Euskadi.

¿Qué aportan las tecnologías basadas en el código abierto a las empresas?

-Somos un sector facilitador y de apoyo a la modernización y digitalización del resto de sectores económicos. Vivimos un proceso de modernización y digitalización de la industria y banca donde las tecnologías de la información tienen mucho que decir. Hace 10 años se escogía otro tipo de software porque era más barato, pero ahora las empresas apuestan por el software libre porque es más innovador y más competitivo. Además, permite no empezar de cero, sino que ya existen desarrollos conjuntos que la industria valora.

¿De qué tipo de empresas es una apuesta?

-De muchos tipos. Grandes compañías como IBM o las automovilísticas como Ford, Citroën o Volkswagen trabajan para tener una plataforma común. A partir de ahí, cada una la personalizará como le interese, pero ya tienen una base común, y por ahí van a ir los tiros en el futuro, por la innovación compartida. Las tecnologías abiertas también están presentes en el mundo de la impresión 3D o de realidad virtual, aunque todavía no funcionan en todos los sectores, y creemos que tienen buen encaje en sistemas embebidos, robótica o telefonía IP, entre otros muchísimos más.

¿El hecho de que haya un acceso libre no genera problemas de seguridad?

-Cualquier especialista dirá que la seguridad absoluta no existe, pero el software libre ofrece más garantías. Al ser compartido, lo ve más gente y se pueden identificar mejor los agujeros negros y resolverlos. Un ejemplo es el del caso de las emisiones de Volkswagen, que ofrecían datos incorrectos porque el software estaba trucado. Si hubiera sido en código libre, habría habido más ojos que vieran que la programación no era la adecuada y que se estaban dando datos falsos. Los grandes bancos también utilizan el software libre precisamente por seguridad, porque hay miles de desarrolladores mirando la plataforma y es más fácil detectar los problemas.

La personalización de cada empresa de una plataforma conjunta, ¿se centra más en gestión o en procesos productivos?

-En gestión, y uno de nuestros retos es extenderlo a los sistemas de producción. Las compañías de los diferentes sectores económicos deberíamos trabajar conjuntamente para hacer avanzar la industria 4.0. Ellas nos pueden ayudar a conocer sus necesidades reales, mientras que el sector del software libre puede ayudarles a incorporar tecnologías disruptivas en su manufactura.

¿En qué punto se encuentra esa colaboración?

-Estamos empezando a caminar, pero es algo que debemos alimentar continuamente.

¿Y cuáles son los sectores que se presentan más oportunidades?

-Fluidos, máquina herramienta, automoción y banca, porque se interesan en incorporar soluciones innovadoras en código abierto.