MADRID - La economía española crecerá en 2017 casi un punto menos que este año, según la Comisión Europea. El Ejecutivo comunitario congela la previsión de crecimiento del PIB español el año que viene en el 2,3% y alerta de que el déficit se irá hasta el 3,8%, dos décimas más que en su última revisión. El desfase sobre el objetivo sería de siete décimas y no de cinco, que era la base sobre la que se habían calculado los 5.500 millones de ajuste, lo que obliga a Mariano Rajoy a abrir más la tijera para elevar el ahorro hasta 7.700 millones.
El Gobierno español insiste en que cumplirá sin problema el objetivo de déficit de este año, del 4,6%, y que en las próximas semanas presentará las medidas necesarias para cerrar 2017 dentro del límite del 3,1%. El ministro de Economía, Luis de Guindos, confía todavía en que el aumento de la recaudación por la mejoría de la actividad será suficiente para cubrir con el ahorro que demanda Bruselas, pero esa posibilidad se aleja día a día.
El avance del PIB se frenará el año que viene después de crecer en 2016 por encima del 3%, en eso coinciden el Gobierno español, la Comisión y la mayoría de los organismos económicos. Más aún después de la victoria de Donald Trump en EEUU, que según los expertos puede afectar negativamente a las economías del nuevo continente.
De Guindos señaló ayer, en todo caso, que el frenazo no será tan intenso como anticipa Bruselas, que rebaja casi un punto la previsión respecto a este año -el 3,2% en 2016 frente al 2,3% en 2017-. Las nuevas previsiones del Ejecutivo comunitario desmontan el discurso del ministro español, que el lunes defendía que el PIB crecerá más de lo esperado y ayer reiteraba que la economía entrará “con fuerza” en el nuevo año.
Según el informe europeo, además, el déficit del Estado español será más abultado de lo previsto, escapándose hasta el 3,8%. Una nueva advertencia para el Gobierno de Rajoy, que apenas ha arrancado la legislatura ya ha dejado claro que cumplir con los compromisos fiscales será una prioridad absoluta.
España presentará en las próximas semanas unos nuevos presupuestos, para lo que necesita apoyos parlamentarios, que limen esas décimas que sobran. Hasta ahora Bruselas estimaba que el crecimiento económico iba a permitir dejar el déficit en el 3,6%, medio punto por encima del objetivo. Cinco décimas equivalen a unos 5.500 millones en los presupuestos, que o bien se retiran de ciertas partidas o se consiguen vía impuestos.
Pero el nuevo cálculo de la Comisión eleva dos décimas el desfase previsto, lo que supone que España tiene que ahorrar casi 8.000 millones, un objetivo que dificulta aun más la posibilidad de evitar recortes y lograr cumplir con el déficit a través de los ingresos fiscales, salvo que se aprueben nuevas reformas. El propio informe de la Comisión señala que, mientras los gastos siguen creciendo, los ingresos están lastrados por “significativas deficiencias” en la recaudación del IRPF, el impuesto que más depende del empleo y de los niveles salariales.
Si bien el recorte que plantea Bruselas toma ahora mayor magnitud, aun queda lejos del tijeretazo que puso en marcha el PP en las cuentas de 2012, de cerca de 30.000 millones de euros, a los que se sumaron luego otros 10.000 millones retirados del gasto en sanidad y educación.
el único país con más del 3% El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, quien ya apremió el martes a De Guindos a enviar esos nuevos presupuestos con recortes “muy rápidamente”, volvió a sacar ayer los colores a España al remarcar que será el único país que todavía en 2017 seguirá con un déficit por encima del 3%. “Celebro el compromiso del Gobierno español de adoptar un presupuesto actualizado lo antes posible. No me toca a mí decir qué plazo es ese, pero pienso que será rápido. Esperamos que cumpla a tiempo”, dijo Moscovici en la enésima advertencia en pocos días.
El ministro De Guindos valoró que la Comisión sí haya aceptado que España podrá cumplir con el tope de déficit de este año, y destacó que el cálculo europeo para 2017 del 3,8% no tiene en cuenta los cambios en la política económica, es decir, los ajustes, confiando en que estas modificaciones permitirán cumplir también el año que viene.
2,3%
Bruselas mantiene la previsión de crecimiento para España el año que viene en el nivel de su último informe de julio, enfriando así el optimismo del ministro de Economía, Luis De Guindos, que hablaba ayer de un avance del PIB del 2,5%.
Frenazo de los ingresos. La Comisión pone el foco en que, mientras los gastos suben, los ingresos fiscales en España no están creciendo lo suficiente por “deficiencias significativas” en la recaudación vía IRPF, que es el impuesto que más depende de los salarios y el empleo.