bilbao - Con años de experiencia a sus espaldas en el campo de juego de las relaciones laborales de Euskadi, Villarreal detecta un cambio en las posiciones de la patronal vasca. Quiere remarcar que lo que proponía Confebask en las negociaciones de un pacto interprofesional de 2011 y de 2013 no tenía nada que ver con lo que plantea ahora.

¿Puede producirse un acercamiento entre ELA y Confebask?

-Yo no diría que hay ningún acercamiento específico en la negociación colectiva. Ha habido una reunión para buscar un acuerdo marco en la hostelería en la cual el responsable de Confebask, Jon Bilbao, hizo unas afirmaciones que nos llamaron la atención. Dijo que Confebask está dispuesta a afirmar un acuerdo interprofesional de estructura para blindar la negociación de aquí. Eso es un cambio de posición en Confebask. Le pedimos que, si eso es así, presente una propuesta por escrito y hablaremos.

Observa un cambio de postura en la patronal, pero no en ELA.

-Es evidente. Nosotros no hemos cambiado de postura. Desde el principio dijimos que estábamos dispuestos a blindar la negociación colectiva de aquí. Impulsamos y firmamos un acuerdo de estructura en el comercio de la CAV y hemos trabajado cuatro meses el acuerdo marco de hostelería antes de convocar la primera reunión. En ese encuentro Confebask dice que, más que eso, lo que quiere es firmar un acuerdo puro de estructura que afecte a todos los sectores.

Y ELA está dispuesta a ello.

-Bueno, que Confebask presente una propuesta escrita. En 2011 dijimos clarísimo a la patronal que estábamos dispuestos a firmar un acuerdo interprofesional para dejar las cosas como estaban entonces, antes de las reformas. Pero dos meses después Confebask nos dice que tras consultarlo con sus territoriales quiere, después de blindar el ámbito de aquí, hablar de más cosas, más que nada de paz social. En 2013 el Gobierno Vasco -ELA no estuvo en esas negociaciones- plantea dar prioridad aplicativa a los convenios de la CAV pero de nuevo la patronal pide, además, que solo se pueda hablar de un convenio si ellos quieren, es decir, quieren asegurar la paz social. En 2011 vienen con una propuesta que luego retiran y en 2013 hacen una contrapropuesta que no es la que hacen ahora.

El pacto interprofesional no desbloquearía por sí mismo los convenios pero, ¿ayudaría a generar confianza y rebajar la tensión en las relaciones laborales?

-Cada convenio tiene su vida y sus tiempos. ELA está en todas las mesas y en algunas acuerda y en otras no. ELA seguirá valorando los convenios en función de si supone un avance para las condiciones de trabajo o un retroceso. ¿Ayudaría el acuerdo a generar confianza? No lo sé. Nosotros, confianza en Confebask tenemos poca, la verdad, al pasado me remito. Insisto, valoraremos cualquier propuesta que haga Confebask por escrito. Valoraremos los contenidos y por supuesto que el acuerdo sea de obligado cumplimiento.

Al ser un acuerdo de estructura no se antoja una negociación difícil.

-Es un acuerdo sencillo, sí. Vendría a decir que los convenios de sector de aquí están por encima de los convenios del Estado. Es evidente que si de verdad Confebask tiene voluntad de salvaguardar el ámbito vasco de negociación eso se puede hacer.

CCOO y UGT celebran que ELA se sume al acuerdo de julio.

-Tienen derecho a decir lo que quieran. El Gobierno, Confebask y CCOO y UGT saben perfectamente que el acuerdo del diálogo social no tiene ninguna validez jurídica, eso no blinda absolutamente nada.

Pero la filosofía es la misma.

-Dicen que el objeto del acuerdo es blindar la negociación colectiva de aquí y lo hacen en minoría a la vez que el Gobierno se compromete a impulsar los convenios de eficacia limitada. Eso es todo lo contrario a lo que hace falta para blindar. Para blindar hace falta una mayoría sindical y por la parte de la patronal. El Gobierno no tiene ni arte ni parte en ese viaje.

Entiendo que no hay cambios en su postura respecto al diálogo social.

-El diálogo social es un invento del Gobierno a la medida del modelo de UGT y CCOO y de la patronal. El 22 de julio se firman dos acuerdos. Uno que, con la excusa de blindar la negociación colectiva sectoral, busca que el Gobierno se implique en la firma de convenios en minoría y más baratos para poder interferir en conflictos importantes que hay abiertos. Y dos, el Gobierno Vasco se compromete a desarrollar una ley de participación en la que CCOO y UGT buscan financiación. El diálogo social no funciona aquí ni en Madrid, lo que pasa es que además aquí no tiene mayoría.

Otros sindicatos acusan a ELA de usar su mayoría para vetar cualquier acuerdo.

-Es otra trampa. ELA reivindica en la CAV lo mismo que en Navarra, donde somos el 22% y LAB el 18%. Yo en Navarra podré decir que el acuerdo no me gusta pero no podré decir que no es democrático.