Donostia - A medida que el mercado de trabajo recobra la salud, la bajada de las cifras de paro evidencia que no todos los colectivos lo tienen igual de fácil para encontrar trabajo. Los que no tienen experiencia lo tienen mucho más complicado para verse beneficiados de la generación de empleo que se produce en periodos de auge económico. En los últimos dos años, en los que los desempleados en Euskadi han bajado en 26.000, según la estadística de Eustat, el número de vascos que nunca han trabajado ha crecido con fuerza hasta rondar los 20.000. Prácticamente uno de cada siete desempleados de la CAV buscan su primer contrato laboral.

Casi de la mitad son jóvenes menores de 25 años, pero la cifra está muy repartido con el colectivo de entre 25 y 45 años. Los expertos dividen el colectivo de parados sin experiencia laboral en dos grandes grupos: los jóvenes que acaban de dar el salto al mercado de trabajo y las personas inactivas que, sobre todo en épocas de crisis, se ven obligadas a buscar trabajo por la caída de los ingresos familiares.

La división de Eustat lleva a pensar que en Euskadi el primer grupo es más numeroso que el primero, ya la realidad es que muchos jóvenes de entre 25 y 30 años aun se encuentran en la fase de buscar su primera oportunidad laboral. Hay que tener en cuenta, además, que ante la falta de empleo estable optan por seguir estudiando y no figuran en las estadísticas como desempleados.

En el segundo trimestre de este año eran 9.200 los vascos de menos de 25 años que no tenían experiencia laboral, mil más que un año antes y casi el doble que en el ecuador de 2014. Pero aún más vertiginoso es el ascenso que se registra entre los que tienen entre 25 y 45, que pasan de 2.800 a 9.100 en solo dos años. En ambos casos es la cifra más abultada desde 2001, cuando había en Euskadi 19.000 parados sin experiencia.

En 2007 son 3.000 los vascos que aún no han firmado ningún contrato laboral, y en los primeros años de la crisis la cifra se mantiene sin grandes variaciones. En lo peor de la tormenta el número sigue sin dispararse, y al contrario de lo que se pudiera suponer es a partir de 2013, el año de inflexión para el mercado de trabajo vasco, cuando la cifra sube con fuerza.

En cambio, a partir del cambio de ciclo económico vuelven a abrirse expectativas, lo que puede llevar a personas que antes estaban al margen del mercado de trabajo a incorporarse al mismo. Entre 2014 y 2015 el número de parados sin experiencia se dispara y pasa de 8.000 a 18.000, mientras que el ascenso en los últimos doce meses es más moderado hasta 19.400, más del doble que en 2014. El ascenso se concentra en los hombres, que en dos años pasan a ser mayoría entre los que nunca han trabajado.