GAsteiz - El Ministerio de Fomento se ha apretado el cinturón y acumula una caída de casi el 20% en la adjudicación de obra pública en el primer semestre del año. El PP ha cerrado el grifo del gasto en la infraestructura que más inversión requiere, el tren de alta velocidad, y eso hace que se resienta el conjunto de las licitaciones. El caso de Euskadi es especialmente llamativo. A pesar del retraso que acumula la Y ferroviaria vasca precisamente por el parón que sufren varios tramos adjudicados por el Estado, las licitaciones se han frenado en seco en el arranque de este año y hasta junio solo se ha comprometido gasto por valor de 68 millones de euros para la alta velocidad vasca. Esa cifra supone poco más de un tercio de las inversiones en la Y vasca del año pasado, cuando el proyecto tuvo su primer gran impulso por parte de la administración española.

Son datos del Ministerio de Fomento que explican con números que a día de hoy sea imposible poner fecha a la entrada en funcionamiento de la red ferroviaria. El bloqueo de diversos tramos permite al Gobierno del PP no tener ninguna prisa en las licitaciones.

El balance final del año puede ser todavía más negativo si a eso se añade que el Gabinete de Rajoy lleva casi nueve meses en situación de interinidad -sin vislumbrarse ninguna salida- y que el día 8 de este mes el Ministerio de Hacienda cerró técnicamente la contabilidad del Ejecutivo para que el agujero de la Administración no crezca más.

El parón de la Y vasca es el síntoma que más afecta a los vascos, pero la enfermedad genera trastornos en toda la geografía española y alcanza a casi todas las tipologías de obras de Fomento.

la legislatura fallida El Ministerio de Fomento y sus organismos autónomos han adjudicado obras por importe de 657 millones entre enero y junio, un periodo que por cierto abarca, día arriba día abajo, el tiempo transcurrido desde las elecciones del 20D y su repetición el 26J. El descenso de la licitación pública es del 19,8% respecto al mismo periodo de 2015. Ese retroceso permite realizar un primer cálculo subjetivo del impacto del tiempo perdido durante la legislatura fallida, la XI de la democracia.

Si se baja al detalle, se comprueba además que la caída se debe principalmente al desplome del 43,3% registrado en la adjudicación de nuevos contratos para la construcción de infraestructuras ferroviarias (básicamente el AVE), que hasta junio supusieron 267,3 millones.

El retroceso de la obra pública también es consecuencia de la disminución en un 21,6% de la adjudicación de obras portuarias, que suman 79,6 millones de euros. En este caso, Euskadi sale beneficiada gracias a las licitaciones de las obras del muelle de cruceros de Getxo y a la mejora de los accesos del Puerto de Pasaia y la inversión se eleva hasta los 15 millones de euros frente a los tres millones del año pasado.

Sí que mejoran en cambio otros apartados de la obras públicas de Fomento. Sobre todo lo hace el capítulo de carreteras y vías, que crece un 33% y con 173 millones se consolida en el segundo lugar de las adjudicaciones por la caída del gasto en puertos. También aumenta y se triplican las adjudicaciones de trabajos aeroportuarios, si bien sólo supusieron 36,9 millones de euros.

la patronal pide más inversión Del total de contratos adjudicados en los seis primeros meses del año por Fomento, sólo el 9,8% se adjudicó directamente por el Ministerio. El resto se gestionó a través de las distintas empresas públicas dependientes del Ministerio, entre las que se encuentran Aena, Adif y la Seittsa, encargada de promover las obras de carreteras. Todas ellas adjudican cada año cerca de un tercio de la obra pública del Estado.

La patronal de la construcción, Seopan, estima que España necesita invertir un mínimo de 38.000 millones anuales en infraestructuras “para no perder el tren de la competitividad y el bienestar social” respecto a sus socios europeos. Y las administraciones deben tener un especial protagonismo en esa dinámica de gasto.

Según los cálculos de las empresas del ladrillo, ese ritmo de inversión contribuiría a crear entre 500.000 y 750.000 empleos cada año. De forma paralela, se generaría una actividad económica de casi un billón de euros en una década. La tendencia es inversa y el año pasado la inversión en obra pública bajó un 27% en el Estado mientras que el gasto del Gobierno Vasco subió casi un 42%.

657

millones de euros suman todas las adjudicaciones de obra pública aprobadas por el Ministerio de Fomento entre enero y junio de este año. Son casi 163 millones menos que en el mismo periodo de 2015. La caída es del 19,84%.

Descenso generalizado. Si se baja al detalle se comprueba que la caída de la inversión está muy concentrada en el AVE, pero que afecta a todas las actividades del Ministerio de Fomento. Solo la construcción de carreteras y las obras en aeropuertos han registrado crecimientos.

68

millones es el volumen que han alcanzando las licitaciones en Euskadi de Adif, el organismo público encargado de las obras de la alta velocidad. En el primer semestre del año pasado el gasto aprobado rondó lo 192 millones, casi tres veces más.