Gasteiz - Los principales indicadores del mercado de trabajo pasaron al verde en 2013, en línea con el punto de inflexión que supuso aquel año en el conjunto de la economía. En verano de 2013 la afiliación a la Seguridad Social tocó suelo en Euskadi con 865.500 cotizantes, casi 120.000 menos que el máximo previo a la crisis. La acumulación de datos positivos en los últimos meses, que tuvo continuidad en mayo, ha permitido recuperar un 40% de esa pérdida global, 47.000 afiliados.
Los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Empleo dejan un nuevo descenso del paro en la CAV en mayo, el cuarto mensual consecutivo, en este caso de algo más de 4.500 personas, con un avance de la afiliación de cerca de 6.000 cotizantes. El aumento del empleo sitúa en positivo el balance de 2016, hasta ahora marcado por el fuerte retroceso de enero, de forma que en los cinco primeros meses del ejercicio las empresas vascas ganan algo más de 4.400 afiliados. El año se mueve en parámetros algo por debajo de los de 2015, cuando en mayo se habían recuperado 8.000 cotizantes, pero en todo caso mantiene un ritmo de crucero que permite ir poco a poco recuperando el terreno perdido en la crisis.
Desde mayo de 2105 el incremento es de 17.300 afiliados, a un nivel muy similar que en los doce meses anteriores, cuando se ganaron unos 18.000. Más de 35.000 trabajadores más en dos años que permiten superar con holgura la cota de los 900.000 cotizantes y sitúan en 46.927 los nuevos adscritos al sistema desde agosto de 2013, cuando el mercado de trabajo vasco tocó suelo. A pesar de la dinámica ascendente en los últimos tres ejercicios, aún falta camino por recorrer para volver al nivel de 2008, cuando Euskadi tocaba con los dedos el millón de puestos de trabajo.
Las perspectivas apuntan a que el tejido económico podrá sostener a corto plazo la tendencia al alza del empleo, aunque la radiografía sigue contando con muchos puntos oscuros, como remarcan los sindicatos, sobre todo en lo que se refiere a la calidad de los nuevos contratos. Ayer el consejero de Empleo, Ángel Toña, hizo una valoración positiva de los datos de mayo, pero reconoció que la contratación indefinida sigue sin contar con el peso que le gustaría. Toña también llamó la atención sobre el volumen de parados de larga duración, aquellos que llevan más de un año buscando trabajo, que “empieza a ser crónico”. “Donde menos baja el paro es en las personas que más tiempo llevan en el paro y tienen más edad, a lo que se añade que la cobertura del desempleo es cada vez menor”, dijo.
Los sindicatos coincidieron en que, pese a la mejora de las estadísticas, aumenta la precariedad con contratos muy breves, en muchos casos de menos de un mes de duración, y baja la cobertura de las prestaciones.
el paro cae al 14,2% Con el descenso de mayo, el más pronunciado del año, el número de parados en la CAV queda en 148.000, con una tasa del 14,2%, al nivel de 2012. También en este caso mayo permite dar la vuelta al saldo acumulado en los cinco primeros meses de 2016, de 2.000 afectados menos. La caída interanual se va hasta los 13.500 desempleados menos.
En mayo dejaron buenos números todos los sectores. Los servicios arrojaron el descenso más significativo, pero la industria redujo el paro en 600 personas y la construcción en 500, uno de los mejores registros de los últimos meses.
El mes fue bueno también en el conjunto del Estado, que dejó el total de parados inscritos en las oficinas por debajo de los cuatro millones por primera vez desde 2010. El total de trabajadores se eleva en 200.000, más de un tercio concentrados en la hostelería, a las puertas del verano, el periodo más dulce para el mercado laboral español por el empuje del turismo. Con 17,66 millones, el total de cotizantes a la Seguridad Social sigue lejos de los 19,5 millones de 2007.
El consejero de Empleo indicó que los datos del mes de mayo son positivos, pero explicó que el descenso del paro se produce entre quienes menos tiempo llevan sin trabajar.
Desde Confebask se afirmó que mayo ha sido “un buen mes” y se destacó que el crecimiento de la contratación indefinida ha sido superior al de la temporal.
UGT considera una “desgracia social” la desprotección de los parados y que el 93% del empleo que se crea sea temporal.