BILBAO - La compañía vasca fabricante de máquina-herramienta Ibarmia es una de las firmas que más está apostando por la innovación en el sector incluyendo el área de fabricación aditiva. Además de presentar la máquina THC 12, un novedoso centro de torneado y fresado, la empresa de Azkoitia ha desarrollado una solución tecnológica que permite llevar a cabo tareas de fabricación aditiva y mecanizado tradicional en un mismo equipamiento. El proyecto ha contado con el apoyo del programa Basque Industry 4.0, junto con Tecnalia y la UPV. El director general de Ibarmia, Koldo Arandia, analiza la situación de la compañía guipuzcoana.

Como se ve por las máquinas presentes en la BIEMH, la apuesta de Ibarmia por la innovación no ofrece dudas.

-Estamos haciendo el mayor esfuerzo de nuestra historia y eso en una empresa como Ibarmia que es un clásico en el sector ya es algo destacable. Yo mismo llevó ya quince ediciones en la Bienal de Máquina Herramienta. Este año en concreto hemos centrado nuestra apuesta en reforzar una nueva gama, la serie T de cinco ejes multitarea y multiproceso. Sacamos el primer prototipo en 2011 en Hannover y estamos aquí con dos máquinas de esta novedosa serie.

¿Las empresas industriales que adquieren las máquinas aceptan de buen grado las últimas novedades o prefieren esperar un poco para ver sus resultados?

-El mercado es receptivo a un nivel de tecnología elevado pero no tanto a lo último del máximo nivel tecnológico porque tal vez en una empresa asusta un poco. Por ejemplo, en la última EMO hemos presentado una máquina de fabricación aditiva y este tipo de tecnología tan novedosa todavía excede a lo que las empresas utilizan. Pero las mismas compañías tienen claro que hay que apostar por la última tecnología para ser competitivos. En el caso concreto del modelo de fabricación aditiva está funcionando bien en pruebas. Hay varias importantes multinacionales que están interesados en el sistema y en colaborar, y el proyecto ha situado a Ibarmia en la primera línea en esta tecnología.

¿Cómo está evolucionando Ibarmia en un mercado que repunta pero todavía está sometido a las grandes incertidumbres internacionales que han paralizado proyectos de inversión?

-Afortunadamente, Ibarmia va muy bien. El pasado año logramos nuestro récord de ventas. Hemos superado los números de antes de la crisis de 2008 y este año esperamos crecer un 20% y por ahora vamos bien.

¿Cómo afecta lo que ocurre en Rusia o Irán? -El tema de Rusia nos preocupa más porque era un buen mercado. Además nos inquieta su situación política porque al fabricar máquinas de alta tecnología estamos sujetos a que nos concedan licencias de exportación y ello dificulta las peticiones que pudiera haber. Respecto a Irán no tenemos claro hasta dónde podemos llegar, parece que nos dejan vender pero no ofertar y así es complicado hacer negocios.