ATENAS - El Parlamento de Grecia aprobó la noche del domingo la reforma fiscal y de las pensiones con la que el Gobierno heleno espera cumplir los compromisos con sus acreedores internacionales horas antes de que se reuniera el Eurogrupo para evaluar el recorte de las jubilaciones y tras tres jornadas de intensas movilizaciones sindicales.
El nuevo paquete legislativo se compone de las reformas de las pensiones, de los impuestos directos y de los indirectos, las cuales permitirán economizar 5.400 millones de euros anuales con los que conseguir en 2018 un superávit primario del 3,5% del Producto Interior Bruto, tal y como lo prevé el programa del tercer rescate firmado el pasado verano.
La incidencia en el bolsillo de los pensionistas será notable para los que se retiren a partir de ahora. Las pensiones más bajas sufrirán un recorte del 15% y se situarán en 630 euros. Además se establecerá una pensión mínima para los que hayan cotizado veinte años, fijada en los 384 euros.
El primer ministro, Alexis Tsipras, subrayó que el sistema de jubilaciones será con esta reforma “sostenible sin recortar las pensiones principales”. Prometió además que “para más de dos millones de jubilados actuales no habrá ni un solo euro de recorte en la pensión”. A lo largo de todo el domingo se celebraron manifestaciones en la capital del país, la más numerosa frente al Parlamento, que llegó a reunir a 10.000 personas y en la que se produjeron disturbios aislados con la policía durante los cuales fueron detenidas cinco personas.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona decidieron ayer discutir medidas de alivio de la deuda helena a corto, medio y largo plazo”, con vistas de tomar decisiones en la reunión del Eurogrupo del próximo 24 de mayo. - Efe