gasteiz - “No había otra salida”. Con contundencia, el recién elegido nuevo presidente del comité de empresa de Mercedes de Vitoria, Igor Guevara (ELA), se refirió ayer a la destitución de Iñaki Andrés (UGT), anterior presidente, decidida por la mayoría sindical formada por ELA, LAB, CCOO y EKS. La sorprendente decisión tomada en la principal factoría alavesa -con unos 4.500 trabajadores- y empresa clave también para la CAV, en la medida que supone el 3% de su PIB y el 10% de sus exportaciones- fue enmarcada por estos cuatro sindicatos ayer en rueda de prensa en el contexto de la negociación del nuevo convenio de la planta -el anterior expiró en diciembre-, reiterando su acusación a UGT de no posicionarse en contra de la posible firma del convenio en minoría con la empresa.

Pero el golpe de mano contra UGT tiene una derivada que trasciende a la empresa de Jundiz, al amenazar seriamente la tradicional unidad de acción de UGT y CCOO de Euskadi. Ayer, los representantes de Comisiones en el comité de Mercedes aseguraron contar “al cien por cien” con el apoyo de la federación de industria del sindicato, Unai Sordo. Al tiempo, el secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, salía también ayer a la palestra para cerrar filas con los suyos y hacer suya la advertencia que la federación de industria ugetista hizo el lunes pidiendo a la dirección romper la unidad de acción con CCOO si no rectifica la destitución de Iñaki Andrés.

Arza, en una comparecencia en Bilbao, no dudó en calificar lo ocurrido en Mercedes como “una agresión a la línea de trabajo conjunto” entre ambos sindicatos. “Esperamos una rectificación lo más pronto posible. Si no, los órganos de dirección del sindicato tomarán la decisión que consideremos más oportuna”, avisó el responsable de UGT de Euskadi, quien señaló que ya ha transmitido su “desacuerdo” con lo sucedido al secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, en “un contacto exploratorio” mantenido por ambos. No en vano, UGT ejerce un liderazgo histórico en Mercedes, auténtica joya de la corona de la representación de esta central en Euskadi.

Ante estos planteamientos, el representante de CCOO en el comité de Mercedes Roberto Pastor manifestó ayer que su sección sindical “no da por rota la unidad” e insistió en que UGT se debe sumar a “la unidad de acción en la mesa negociadora”. Los delegados de CCOO, que informaron de su postura la pasada semana a su secretario general, Unai Sordo, aseguraron que están avalados por la dirección de su central y consideraron que es UGT la que debe hacer una reflexión interna y “no buscar culpables fuera”. Desde la dirección de CCOO-Euskadi, el secretario general de la federación de Industria, Javi Gómez, intentó el lunes quitar hierro al enfrentamiento, enmarcanda el “rifirrafe” en la “disparidad” de criterios que “muchas veces” se dan entre las secciones sindicales dentro de las empresas

Mientras Arza insistía en que la destitución del presidente de UGT supone romper un acuerdo tácito de respeto a “la decisión mayoritaria de los trabajadores que respaldaron a los candidatos de UGT” -es mayoritario con 9 de 27 delegados en el comité-, mayoría “arrebatada”, dijo, mediante un acuerdo “contra natura”, la mayoría sindical que suman ELA, CCOO, LAB y ESK -con 14 de los 27 delegados- reiteraba ayer en rueda de prensa es consecuencia de la postura mantenida por UGT dentro de la empresa por “distar de las decisiones mayoritarias del comité”, al desmarcarse de la mayoría sindical y no posicionarse en contra de la posible firma del convenio en minoría con la empresa.

fractura y bloqueo De este modo, Igor Guevara (ELA), nuevo presidente del comité, insistió en que, aunque esta destitución “sea lo más mediático”, lo relevante es la negociación del convenio, en un momento en el que la planta de Vitoria va a alcanzar en 2016 un récord de producción, con 137.000 vehículos. Y es que en el marco de las negociaciones de ese convenio en los últimos meses ya se venía fraguando esta fractura que el lunes definitivamente estalló. En definitiva, ELA, LAB y ESK, a las que se unió CCOO, han defendido que esta bonanza productiva de la factoría debería tener su correlación en una mejoría de las condiciones laborales y estas cuatro centrales llegaron a plantear su propia plataforma conjunta. Pero esta propuesta fue retirada de la mesa a mediados de marzo precisamente porque los cuatro proponentes consideraban que UGT, Ekintza y PiM estaban dispuestos a firmar en minoría un convenio de eficacia limitada.

Según Guevara, en muchas ocasiones Andrés “se colocaba más cerca de la empresa que de los intereses de la plantilla”, lo cual ha considerado negativo para la actual negociación del convenio. “Se ha echado el solito”, apuntó para continuar que cree que Andrés tenía el aval de UGT en todas sus actuaciones que, además, han provocado la dimisión de varios delegados del sindicato en la planta de Vitoria.

Iñaki Andrés, por su parte, negaba la mayor el lunes y aseguraba, en declaraciones a Europa Press, que “hay unos grupos que están anticipando el no a un posible acuerdo, sin presentar ninguna propuesta ante la empresa”, recordando que ELA, LAB y ESK “nunca” han firmado un acuerdo en Mercedes.

En este sentido, sostuvo que en las circunstancias de “bloqueo” generadas en torno a la negociación, UGT “no se podía comprometer a no firmar en minoría” un acuerdo y que, en todo caso, no se puede “acotar a la decisión de un comité” lo que puede decidir la plantilla en torno a un posible acuerdo sobre el convenio, defendiendo que UGT plantea que se pueda celebrar un referéndum entre los trabajadores para decidir sobre un posible pacto y que sea vinculante.

Sea como fuere, la mayoría sindical, que defiende la unidad de acción para afrontar la negociación del convenio, explicó ayer que ha convocado una asamblea de trabajadores el próximo 19 de mayo en los locales de Mendizorroza, ante la negativa de la empresa a que se celebre en la planta, para que sea la plantilla la que decida por dónde debe continuar las conversaciones con la dirección. - DNA/Efe/E.P.