Bilbao - Los sindicatos vascos denunciaron ayer, en el Día Internacional de la Salud en el Trabajo, que la precariedad laboral “mata” y, en movilizaciones diferenciadas en las calles de Bilbao, reclamaron medidas y recursos para combatir la siniestralidad en el trabajo y las enfermedades profesionales.

El sindicato ELA celebró una manifestación desde la plaza Euskadi hasta la sede de la patronal vizcaína Cebek, encabezada por el secretario general de la central, Adolfo Muñoz, Txiki. Los manifestantes discurrieron tras una pancarta en la que se leía Por tu salud, no a la precariedad, tu vida vale más, entre gritos como la “prekarietatea, hiltzailea” (la precariedad, asesina). La responsable del área de salud laboral de ELA, Leire Txakartegi, denunció que la siniestralidad laboral “está empeorando” por “la precariedad estructural” instalada en el mercado de trabajo. La sindicalista exigió “empleo digno de calidad” que garantice “el derecho fundamental a la salud” y emplazó al Gobierno Vasco a dar “un cambio radical en las políticas públicas de salud laboral” y a destinar “recursos económicos y personales suficientes” para prevenir la siniestralidad.

víctimas del amianto El sindicato Comisiones Obreras dedicó la jornada a las víctimas del amianto, solicitando al Gobierno Vasco que cree un fondo de compensación para este colectivo. Su secretario general, Unai Sordo, participó en una asamblea del sindicato y posteriormente encabezó una manifestación por las calles de Bilbao. Allí comentó que está bien que el Parlamento Vasco haya pedido al Gobierno central que se cree un fondo para las víctimas del amianto, pero reclamó al Gobierno Vasco que estudie la creación de un fondo propio mientras éste no exista en el Estado.

Sordo comentó que, según las predicciones de Osakidetza, de aquí a 2020 unas mil personas al año tendrán enfermedades relacionadas con el amianto, no todas mortales, pero entre cien y doscientas personas pueden tener cánceres relacionados con el amianto. Además, los trabajadores enfermos tardan una media de nueve años en cobrar en vía judicial, por lo cual CCOO pidió un fondo que adelante ese dinero, que luego reclamaría a las empresas cuando salieran las sentencias; el coste sería, según el cálculo de CCOO, de entre 40 y 70 millones, “una cantidad alta pero asumible para los presupuestos vascos”, según Sordo.

Por su parte, miembros de LAB se manifestaron tras una pancarta con el lema La precariedad mata desde la sede de la patronal vasca Confebask hasta la del Gobierno Vasco en Bilbao, frente a la cual varios manifestantes ataviados con buzos rojos se tumbaron inmóviles en el suelo en torno a un ataúd. La secretaria general del sindicato, Ainhoa Etxaide, denunció que en lo que va de año se han producido “diecisiete muertos en Euskal Herria”, doce de ellos en Bizkaia, lo que, a su juicio, refleja “el nivel de precariedad” laboral existente.

La dirigente sindical criticó la actuación de Confebask en materia de prevención de riesgos laborales, así como la del Gobierno Vasco por dar “cobertura” a la patronal. A su juicio, si se tiene en cuenta lo realizado por el Gobierno Vasco “de cara al mundo de los trabajadores” en esta legislatura, el Ejecutivo presidido por Iñigo Urkullu “no se merece” repetir. Etxaide reconoció que los sindicatos exigen “lo mismo” en una jornada como la de ayer, pero justificó la falta de un unión sindical en el hecho de que CCOO y UGT “están en la mesa de diálogo social dando cobertura” a políticas laborales que están detrás de la precariedad.

Cerca, en la plaza Moyúa, se concentró UGT, cuyo secretario general en Euskadi, Raúl Arza, denunció un repunte de la siniestralidad laboral en el último año en Euskadi, cuando hubo 2.225 accidentes con baja más que en el año anterior. En Euskadi hay cada día 88 accidentes con baja, “un dato suficientemente importante como para que la salud laboral tenga una dimensión social y esperemos que esté en la agenda electoral”, dijo. Arza también reclamó que se dote de más recursos humanos y materiales a Osalan y a la inspección de trabajo para que persigan el incumplimiento de la ley de salud laboral, “porque el miedo a perder el trabajo hace que muchos trabajadores vayan al trabajo incluso enfermos”.

Por su parte, LSB-USO, que celebró una concentración de delegados en Bilbao, reclamó la unidad de los sindicatos para propiciar un cambio en las políticas de prevención de riesgos laborales, informaron fuentes de la central. - Efe