MADRID. El ministro de Industria, Energía y Turismo en funciones, José Manuel Soria, ha presentado hoy su renuncia tras publicarse, a lo largo de esta semana, diversas informaciones que le vinculaban a sociedades registradas en los paraísos fiscales de Panamá y Jersey en la década de los noventa del pasado siglo.

La sucesión de informaciones, que sembraban sospechas sobre los negocios familiares de Soria, vino acompañada por una rápida respuesta del ya exministro que no convenció ni a la oposición ni a los medios que han participado en las investigaciones de los papeles de Panamá.

El pasado lunes, el nombre del ministro aparecía en la documentación del despacho panameño Mossack Fonseca, conocida como los papeles de Panamá, como uno de los administradores de una sociedad disuelta en marzo de 1995, según publicaron El Confidencial y La Sexta.

De acuerdo con esa información, la sociedad, denominada UK Lines Limited, se inscribió en septiembre de 1992 en el registro de Bahamas y en ella figuraban como administradores Tomás Poggio, Méndez Fernández de Lugo y José Manuel Soria.

El nombre del ministro se borró de los documentos dos meses después, en noviembre de 1992, ya que, según una carta dirigida al despacho, se trataba de un error. En su lugar, pasó a figurar desde entonces como administrador su hermano Luis Alberto Soria hasta la disolución de la sociedad, en 1995.

Desde que se conoció esta información, el ministro negó cualquier responsabilidad en esta empresa.

Un día después, El Confidencial y La Sexta publicaron información relativa a una empresa británica con el mismo nombre, UK Lines Limited, en la que aseguraban que el ministro figuraba como secretario entre 1991 y 1997.

Soria dijo desconocer que había sido secretario de esta sociedad. Sin embargo, sí reconoció que esta empresa estuvo participada por su padre hasta su fallecimiento en 1990, cuando la totalidad de la compañía pasó a manos de su socio.

El ministro explicó que la empresa familiar siguió manteniendo relaciones comerciales con UK Lines, aunque sin ningún papel en su gestión, hasta 1997.

En ese año, la familia Soria creó la sociedad Oceanic Lines, registrada en el Reino Unido, para realizar los servicios hasta entonces prestados por UK Lines, una empresa que tenía como administrador al ministro y que desapareció un año después.

El Mundo publica hoy que Soria firmó en dos ocasiones documentos corporativos de la UK Lines Limited británica, referentes a su propio nombramiento como secretario -algo que Soria aseguraba desconocer- tras el fallecimiento de su padre en 1990 y al acta anual de ese año.

Pasado el mediodía, los diarios El Mundo, El Confidencial y Eldiario.es, junto a La Sexta, han revelado nuevas informaciones que sitúan a Soria y a su hermano Luis Alberto en mitad de un entramado de sociedades, algunas de ellas en paraísos fiscales.

El Mundo publica un documento en el que los hermanos Soria aparecen como administradores de la sociedad Mechanical Trading Limited, ubicada en la isla británica de Jersey, considerada un paraíso fiscal. Ambos permanecieron ocultos hasta que firmaron la disolución de esta empresa en 2002.

Mechanical Trading era, según Eldiario.es, propietaria del 80 % de la compañía Oceanic Lines, creada por la familia Soria en el Reino Unido para prestar el servicio de consignación de buques desde el cierre de la empresa UK Lines británica en 1997.

Según publica El Confidencial, Mechanical Trading estaba gestionada por la sociedad Canal Trust -una filial de BBV Privanza- que estuvo relacionada la pasada década con el caso de las cuentas secretas del BBV en paraísos fiscales.

De acuerdo a este mismo medio, Canal Trust es también la empresa que inscribió en el registro la UK Lines de Bahamas, en la que Soria aparece como administrador durante unos meses de 1992.

Se da también la circunstancia de que la empresa UK Lines de Bahamas tiene como accionistas a las sociedades BIBJ Nominees Limited y BBJ Management Limited -ambas entidades fiduciarias del grupo BBV-, que a su vez son accionistas de Mechanical Trading, según la investigación de El Confidencial y La Sexta.