ESTRASBURGO - La Comisión Europea propuso ayer obligar a las grandes empresas que operan en la Unión Europea a hacer públicos los impuestos sobre su beneficio que pagan en cada país europeo, así como en los territorios considerados como paraísos fiscales. Bruselas también pedirá a esas empresas que publiquen cuántos impuestos pagan sobre los negocios que mantienen fuera de los Veintiocho de manera agregada, es decir, no país por país, salvo en el caso de que se trata de territorios que se consideran paraísos fiscales, en cuyo caso sí se les pedirá datos pormenorizados.
La normativa que propone Bruselas plantea aplicar a las grandes compañías con ingresos de más de 750 millones de euros, lo que según la Comisión supone que en torno a 6.000 multinacionales tendrán que cumplir requisitos que ya se exigen a las entidades financieras, así como a la industria extractiva y la forestal.
“Nuestras economías y sociedades dependen de un sistema fiscal que sea justo, principio que se aplica tanto a las personas ya los negocios. Sin embargo, hoy, con arreglos fiscales complejos, algunas multinacionales pueden llegar a pagar cerca de un tercio menos en impuestos que las empresas que sólo operan en un solo país”, lamentó el eurocomisario de Servicios Financieros, Jonathan Hill.
Para llegar a ser efectiva la propuesta tiene que lograr aunar una difícil mayoría cualificada entre los gobiernos europeos, pese a que varios de ellos, encabezados por Alemania, mostraron en marzo su reticencia a que se hagan públicos unos datos corporativos que temen que dañen la competitividad de las empresas europeas. La Comisión, por su parte, defiende la necesidad de exigir una mayor transparencia para luchar contra la elusión y la evasión fiscal, una cuestión en el orden del día debido al escándalo que ha generado la filtración de los llamados papeles de Panamá, que revelan cientos de presuntos casos de evasión a través de la creación de empresas en paraísos fiscales. Por ello, propone que las multinacionales aporten no solo la información fiscal mencionada, sino también otros datos país por país “para ponerla en contexto”. Esto incluye el tipo de actividades que llevan acabo en un lugar concreto, el número de empleados que tienen, los ingresos totales alcanzados, incluidos aquellos logrados con terceras partes y compañías dentro de su propio grupo, una medida que busca poner coto a la ingeniería fiscal por la que Bruselas ha investigado a empresas como Apple o Starbucks. También deberán publicar el beneficio bruto, las ganancias acumuladas, la cantidad pagada en concepto de impuestos de sociedades que debe pagar y la cantidad realmente abonada al país.
De este modo, si hay “discrepancias” entre las cantidades de tasas que se devengan y las que realmente se pagan, la compañía tendrá que incluir “explicaciones”. La información que facilite la multinacional deberá estar disponible en un informe completo que se accesible públicamente “durante al menos cinco años” dentro de la web de la compañía, según la propuesta. - Efe