Bilbao - Ana Guzmán, economista por la Universidad Comercial de Deusto, centro del que ha sido profesora, es la máxima responsable del área de banca corporativa en CaixaBank en Euskadi. Esta cualificada profesional bilbaina tiene que enfrentarse a un mercado en el que los tipos de interés cero complican mucho la inversión de los ahorradores ya que la renta fija y los depósitos bancarios apenas ofrecen rentabilidad por lo que hay que apostar por el riesgo si se quiere un retorno mayor del ahorro.
¿Se ha hecho más conservador el ahorrador vasco con la crisis económica o mantiene una mayor apuesta por la renta variable que en el conjunto del Estado español?
-Tras estos años de crisis se ha aprendido que lo importante es que cada cliente asuma el nivel de riesgo que por perfil es capaz de asumir, en función de los diferentes objetivos de su ahorro y el horizonte temporal de los mismos. Tradicionalmente es una realidad que en el País Vasco hay una mayor cultura de inversión en renta variable derivada de una suma de aspectos (existencia de Bolsa en Bilbao, actividad industrial, perfil emprendedor, etc.) que se sigue manteniendo y que se refleja en la estructura del ahorro gestionado.
¿Con los tipos de interés en cero para obtener un rendimiento del ahorro hay que arriesgar? ¿El inversor vasco apuesta por la renta variable, acciones, fondos garantizados o por productos más complejos y más arriesgados?
-Ahora más que nunca, y permítame que insista, toma más importancia nuestra metodología de planificación financiera y carteras por objetivos, ya que en este escenario de tipos es necesario asumir cierto nivel de riesgo para obtener algo de rentabilidad. Por ello, es clave realizar un ejercicio de planificación financiera con cada cliente en función de sus objetivos concretos y su perfil de riesgo. Estamos continuamente pensando en nuevas alternativas que faciliten el ahorro de nuestros clientes, preparándonos para la etapa de la jubilación, tanto en la fase de acumulación como en la fase de disposición, a través de rentas vitalicias, de la nueva gama destino tanto en fondos de inversión como en planes de pensiones y EPSV. Otro producto a resaltar son las carteras elección, un servicio bastado en un contrato de gestión que permite gestionar los mandatos de los clientes en base a sus objetivos personales, horizonte temporal y tolerancia al riesgo.
¿Es hora de apostar por el capital riesgo como acontece en los mercados anglosajones?
-Sin duda es una diversificación a considerar. Existen tres mecanismos principales para invertir en este sector: a) con inversión directa en el capital de empresas, b) con inversión directa en un fondo de capital riesgo, y c) con inversión a través de un fondo de fondos de capital riesgo. Para invertir en este área es importante definir los objetivos y analizar sus implicaciones, y determinar primero el porcentaje de la cartera que hay que dedicar a este tipo de activo. Es importante tener en cuenta que, habitualmente, en los primeros años, se hacen aportaciones de capital a inversiones que tienen un período largo de evolución. Dependiendo del vehículo de inversión, la vida total del fondo de capital riesgo puede situarse entre 7 y 12 años.
¿Donde recomiendan ustedes invertir este año con esta coyuntura de bajos tipos de interés?
-La incertidumbre y la volatilidad presente en los mercados han llegado para quedarse, a pesar de que el mundo avanza de forma más sostenible y equilibrada. Hemos adoptado un patrón de crecimiento que, aunque por debajo del potencial, es de mayor calidad. Es más sólido por qué convive con un continuo esfuerzo de reducción de deuda en el sector privado y con una política fiscal global relativamente prudente. Además China, el principal motor de crecimiento en las últimas décadas, está cambiando también su modelo para crecer de forma más sostenible. Al mismo tiempo, el incremento de la incertidumbre tiene como contrapartida un escenario de precios más atractivo. En este contexto, nuestra labor como asesores y la mejor estrategia para avanzar en nuestro liderazgo en el mercado, es ayudar a nuestros clientes a aprovechar las oportunidades que se derivan de esta situación.
¿Tiene premio hoy en día apostar por la inversión más arriesgada?
-Los inversores actualmente reciben una muy buena compensación en términos de rentabilidad esperada por asumir riesgos y ninguna por su liquidez. Debemos ayudarles a determinar en qué medida pueden asumir estos riesgos y en dirigir esos recursos hacia los sectores, países y valores dónde creemos que esas oportunidades son más claras. Siempre con una vocación de construir carteras diversificadas y globales que conecten con las necesidades del inversor y de compartir y comunicar de forma constante una estrategia que busca tener la vista puesta en lo verdaderamente importante, evitando que la volatilidad del día a día nos haga cometer errores.
¿Qué papel juega la renta fija en esta coyuntura? ¿Y en concreto los bonos corporativos?
-La Renta Fija es un universo de activos muy heterogéneo, que ofrece todo el rango posible de combinaciones de rentabilidad y riesgo; desde la liquidez y seguridad de los activos monetarios sin riesgo, con rentabilidad negativa, a la volatilidad y alta rentabilidad del mercado de High Yield o de deuda subordinada bancaria. Cada elemento juega un papel en la construcción de las distintas carteras en función de los objetivos buscados.
Ahora hay muchas entidades que apuestan por el cortoplacismo. ¿Qué planteamiento tiene CaixaBank?
-La esencia y rasgo diferencial de CaixaBank, y que mantiene desde su inicio, es la gestión del ahorro a largo plazo de sus clientes, siendo por ello líderes en previsión. Instrumentos como los seguros de ahorro permiten en estos momentos la diversificación y amplían la oferta actual de productos, basada principalmente en fondos de inversión y estructurados, que ofrecen las instituciones tradicionales.
Por cierto ¿qué diferencia existe en CaixaBank entre banca privada y banca de particulares?
-La diferencia se basa en el modelo de gestión. El cliente de Banca Privada es atendido por dos empleados, el director de la oficina, que gestiona toda la transaccionalidad y su día a día, y por un gestor especializado en banca privada que, con un compromiso de reuniones y contactos anuales en función de su perfil, realiza un ejercicio de planificación financiera, fiscal y patrimonial, con productos y servicios específicos, tanto propios como ajenos, ayudado por herramientas prácticas y muy innovadoras. Gracias a ello, CaixaBank Banca Privada ha sido galardonada, por segundo año consecutivo por la revista Euromoney como la mejor entidad de Banca Privada en España
¿Dónde está el listón económico para acceder al área de banca privada?
-La oferta de productos y servicios de CaixaBank en banca privada se orienta a clientes con más de 500.000 euros de patrimonio bajo gestión. Para patrimonios superiores a los 10 millones de euros, existe una unidad especializada, el equipo Altium, que trabaja junto a los gestores de banca privada para ofrecer una propuesta de servicio global. También contamos con una propuesta de valor específica para los clientes entre 100.000 y 500.000 euros de patrimonio gestionado que denominamos CaixaBank Banca Premier.
¿Cómo evoluciona el negocio para CaixaBank en la Comunidad Autónoma Vasca en este segmento?
-En el País Vasco gestionamos un patrimonio superior a las 3.120 millones de euros. Asesoramos a más de 6.000 clientes que integran 2.825 grupos patrimoniales, con un saldo medio de 1,1 millones de euros . A cierre de 2015, nuestro negocio de Banca Privada en Euskadi registraba un crecimiento interanual superior al 8%.
En CaixaBank Banca Privada el cliente tiene a su disposición una amplia red territorial para asegurarle un trato cercano y exclusivo. Dispone de 38 centros de banca privada, de los que tres se encuentran en Bilbao, Donostia-San Sebastián y Vitoria-Gasteiz. Además, CaixaBank cuenta con más de 480 profesionales -40 en la CAV- altamente cualificados y con amplia experiencia que trabajan en la gestión de altos patrimonios junto a la red comercial de la entidad.
¿Y en el conjunto del Estado español?
-En el conjunto del Estado, CaixaBank Banca Privada es la segunda entidad especializada en banca privada por volumen de activos bajo gestión, con 58.000 millones de euros (datos a 31 de diciembre de 2015), un 6% más que en 2014, y 56.800 clientes en su portfolio, con un patrimonio medio superior a un millón de euros, lo que supone un incremento respecto al año anterior del 27,96%.
¿El cliente en Euskadi es más exigente que otros?
-Como he comentado antes, lo que puede diferenciarnos respecto a otras zonas es que tradicionalmente en el País Vasco hay una mayor cultura de inversión en renta variable y que se refleja en la estructura del ahorro gestionado.