BILBAO - El secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, cree que el plan elaborado por el Gobierno Vasco para la planta de Arcelor Mittal en Zumarraga es una “declaración de intenciones” y teme que quede “en agua de borrajas” si el Ejecutivo no “presiona y amarra” un compromiso de la empresa.
En una entrevista a Europa Press, Sordo se refirió ayer, de esta manera, al Plan diseñado por el Ejecutivo autónomo para dar continuidad a la planta de Zumarraga como alternativa al anuncio de Arcelor de cesar parcialmente la actividad en esta fábrica. Así, indicó que valorará este plan en función de la “disposición” de Arcelor, ya que, si hubiera “compromiso” por parte de la empresa en “trabajar en esas inversiones y en esa perspectiva”, podría ser una “línea de trabajo que conviene explorar”.
“Hay que ver si hay agua en la piscina, si se ha hecho presión o de contacto con Arcelor o si [el plan] se mueve en el terreno de las buenas intenciones y de dar la impresión de que se hace algo”, añadió.
En este sentido, dijo que, en este momento, no tienen “ninguna certeza” de que el Gobierno Vasco “haya amarrado ningún compromiso con Arcelor”. “Y, si eso no fuera así, evidentemente se puede quedar en una mera pose”, precisó.
Sordo señaló que la actitud del sindicato que representa va a ser “explorar la actitud de Arcelor” y cree que hay que “forzar” a que la empresa apueste por “nuevas actividades o de inversiones”. A su juicio, las instituciones se tienen que “volcar” porque tienen “más poder del que a veces quieren hacer creer a la hora de condicionar la actuación de esas multinacionales”. Si se entra en un “escenario que sirva para mantener actividad o el empleo, nosotros vamos a estar ahí”, agregó.
Sobre la gestión que ha hecho el Gobierno Vasco de la crisis del sector del acero, cree que, “en general, hasta ahora, lo que ha hecho es, de alguna manera, escudarse en la existencia de un problema general en el sector del acero”, que, en todo caso, es “cierto” porque hay “un problema objetivo de competencia desleal por parte del acero chino”. Asimismo reconoció que son temas “difíciles de gestionar”. - E.P.