VITORIA - La sociedad vasca envejece a marchas forzadas y las nuevas cohortes no compensan el ensanchamiento de la población por las capas de más edad. Esa presión demográfica, con una pirámide cada vez más estrecha en la base y más grande en las alturas, va a suponer todo un reto para las pensiones. En los próximos diez años está previsto que se jubilen 266.000 trabajadores, lo que se conoce como generación del baby boom, en la CAV, lo que supondrá un aumento del 20% de la población de más de 65 años, mientras que las personas en edad de trabajar disminuirán en torno al 12%, según datos de un informe de Laboral Kutxa.

Teniendo en cuenta que en estos momentos la pensión media de jubilación en Euskadi es de 1.280 euros mensuales el abono en el horizonte de 2025, -a la vuelta de la esquina a efectos demográficos aunque visto lo que ha cambiado la economía de 2007 a hoy, no tanto en términos económicos-, de las pensiones al citado colectivo supondría, teóricamente, una partida adicional de unos 340 millones de euros mensuales, y más de 4.000 millones de euros al año sólo para los futuros pensionistas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, una cifra notable si tenemos en cuenta que el Presupuesto General de la CAV para este año asciende a 10.933 millones de euros.

El problema es que el gasto en pensiones de jubilación, salvo recorte notable, sería todavía más alto porque, con datos de febrero, el número de jubilados vascos es en la actualidad de 338.410, cifra superior a los 266.000 que se irán jubilando a lo largo de los próximos diez años.

Y si tenemos en cuenta el número total de personas con derecho a una pensión, incluidas viudas, incapacitados etc, en febrero había en la CAV, 533.810 pensionistas, un 1,1 % más que en el mismo mes del año pasado, y que perciben de media 1.113 euros al mes.

La jubilación del citado colectivo de 266.000 personas dejaría en 2025 una situación en la que por cada ciudadano de edad igual o superior a los 65 años, los que tienen entre 15 y 64 años pasarían de las 3,2 actuales a 2,3. Con el actual sistema de financiación de las pensiones de la Seguridad Social, el conocido como modelo de reparto, son los trabajadores en activo y las empresas que los emplean los que cotizan para hacer frente al abono de las pensiones de los jubilados.

Y al día de hoy, según el Ministerio de Empleo, la Seguridad Social contabiliza en la CAV una afiliación de 900.344 trabajadores, personas que cada vez ganan menos pues, según el INE, los salarios vascos, de 2.228 euro brutos al mes, bajaron en 2015 un 0,5%. Números que explicarían, según los economistas, la necesidad de reforzar la financiación del sistema de pensiones.