MADRID - La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) estima que las fusiones entre bancos para afrontar la reducción del negocio acentuarán los ajustes sufridos por el sector financiero durante la crisis. Los recortes adicionales ante el nuevo panorama bancario implicarán el cierre de unas 3.000 oficinas y una reducción de plantilla de otros 14.688 empleados hasta 2019.
En concreto, en su análisis sobre la actualidad del sector financiero, la fundación recuerda que el número de sucursales se redujo de 37.903 a 31.021 oficinas desde 2012 a 2015, cuando las plantillas se rebajaron desde los 231.389 a 194.688 trabajadores, incluyendo prejubilaciones. Ahora, la nueva vuelta de tuerca en busca de rentabilidad reducirá la plantilla a los 180.000 empleados y acotará la red a unas 28.000 oficinas.
El sector bancario afronta un futuro que parece apuntar a prolongar la consolidación, después de configurar un mapa bancario formado por 15 entidades financieras. La nueva normativa europea, con la puesta en marcha del supervisor único, alienta además la posibilidad de acometer fusiones transfonterizas.
El investigador de Funcas, Francisco Rodríguez, se ha referido a estas expectativas de fusiones y ha concretado el ajuste adicional en oficinas y empleados de cara a los próximos cuatro años durante un encuentro celebrado la pasada semana en Londres con un grupo de inversores internacionales.
El debate en España sobre la necesidad de más fusiones, defendida desde el Banco de España, se ha apaciguado ante el impasse político y a la espera de la formación de un nuevo Gobierno, que podría prolongarse hasta más allá del verano. E incluso alguno de los principales banqueros del país ha pospuesto el proceso de consolidación que parecía inminente a los próximos tres o cuatro años.
En cualquier caso, una nueva oleada de fusiones se antoja inevitable ante la dificultad de los bancos para mejorar sus márgenes en un contexto de tipos de interés muy bajos. Sin ir más lejos, el Euríbor a doce meses, de referencia para la mayoría de las hipotecas en España, ha cerrado el mes de febrero en negativo por primera vez en la historia, lo que se traducirá en una reducción del diferencial de los préstamos hipotecarios.
¿pagar por pedir prestado? Esta situación ha llevado a pensar que la banca podría llegar incluso a pagar a los hipotecados por pedir dinero prestado, si bien desde la patronal bancaria se ha advertido de que no está claro que esto sea posible jurídicamente.
No obstante, algunas entidades se han empezado a cubrir ante este nuevo reto y están incluyendo en las nuevas hipotecas ya las denominadas cláusulas 0% para garantizar que al menos se devuelve la totalidad del capital prestado. Con ese mecanismo, el cliente que pide el crédito se compromete a no reclamar a la entidad financiera ninguna compensación por un tipo negativo. En cualquier caso, los expertos consideran muy complicado llegar a ese escenario porque los créditos fijan intereses del Euríbor más una cantidad fija, de modo que la referencia hipotecaria debería caer hasta al menos el -1% para que los tipos fueran negativos. - E. Press