BILBAO - La economía vasca crecerá un 2,8% tanto al concluir el presente año como durante 2016, lo que supone en la práctica, de cara al próximo año, igualar o superar ligeramente el incremento del 2,7% previsto en el PIB español, por primera vez tras la crisis, mientras que la tasa de paro de la CAV bajará del 15,1% este año a un 13,8% en el próximo ejercicio, según las conclusiones del informe de Perspectivas Económicas 2016 elaborado por Laboral Kutxa. Pese a que las perspectivas económicas a corto plazo son positivas, y las empresas “están en una fase de expansión”, la industria vasca, el motor de la economía del territorio, “todavía ve demasiadas incertidumbres en el horizonte”, señaló ayer Joseba Madariaga, responsable del servicio de estudios de Laboral Kutxa. Los empresarios vascos “a corto plazo, el siguiente trimestre, lo ven bastante bien, hay pedidos, pero para invertir y contratar trabajadores se necesita un futuro más despejado, y eso a largo plazo no lo ven claro”, destacó Madariaga.
Esta fue una de las conclusiones señaladas en el informe de la entidad financiera vasca sobre las previsiones económicas de la CAV y Navarra para el próximo 2016 que incluye una encuesta realizada entre las empresas industriales vascas. La citada prospección refleja una mejora de sus perspectivas para 2016 en la facturación, la actividad, pedidos y contratación de empleados, pero aún prevé un empeoramiento en la rentabilidad de sus negocios y un recorte de precios de sus productos.
Estas impresiones de los empresarios industriales vascos coinciden también con las de los hogares: la tradicional encuesta sobre la confianza de los consumidores vascos, referida al cuarto trimestre de 2015, refleja una leve recuperación de la confianza, alejándose de los valores muy negativos del año pasado, pero todavía con muchas dudas sobre la evolución de la economía.
Las incertidumbres hacen que tanto empresarios como consumidores vascos mantengan la cautela con respecto a la mejora de la economía. De ahí la escasa predisposición empresarial a realizar nuevas inversiones productivas, que “repuntan pero de manera todavía insuficiente”, o de los ciudadanos a afrontar grandes inversiones como comprar un piso o un coche.
Los responsables de Laboral Kutxa entiende que los empresarios no vean todavía el futuro despejado pues 2016, a nivel global, se presenta “complicado”, con un crecimiento económico “débil y desigual” en un mundo “expuesto a diferentes tensiones” y con un “panorama de incertidumbres”.
Entre los factores que contribuyen a alimentar las citadas incertidumbres están, según señaló, Joseba Madariaga, las futuras elecciones políticas en los países ejes de la Eurozona, como son Alemania y Francia con la irrupción de “partidos antieuropeos” como “elemento de riesgo”, la crisis de refugiados, la propia situación de la economía china, en desaceleración tras su espectacular crecimiento de la última década, o la evolución del precio de materias primas, con un petróleo, cuyo precio medio podría situarse en 2015 en 50 dólares por barril, frente a los 45 de media de este año.
Un ejemplo de que no se han despejado del todo las nubes sobre el futuro económico son las declaraciones efectuadas ayer por el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, en el Parlamento Europeo, donde advirtió que la crisis económica “todavía no se ha superado”.
El responsable de estudios de Laboral Kutxa , Joseba Madariaga, compareció acompañado del director del área de Desarrollo de Negocio, Xabier Egibar, y señaló que, incertidumbres aparte, la CAV y Navarra están viviendo una recuperación que lleva el crecimiento a valores próximos al 3% aunque mientras en territorio navarro el PIB ya ha recuperado los niveles de 2008, en la CAV aún está casi 3 puntos por debajo, al igual que España.
Crecimiento En concreto, la entidad financiera vasca prevé un crecimiento en la CAV y en Navarra del 2,8% para este año, cuatro décimas menos que España, pero de cara al próximo 2016 mientras que España se ralentizará, Euskadi mantendrá sus tasas de crecimiento.
El País Vasco, según resaltó Madariaga, lleva ocho trimestres consecutivos de crecimiento económico, con el sector Servicios como motor, aunque con un sector industrial en mejoría y del que “esperamos que tome el relevo” al citado de Servicios como tractor del PIB vasco en 2016.
Dejando de lado las reticencias derivadas de unas economías globalizadas en las que hay elementos que no se controlan desde Euskadi, la realidad es que el mundo empresarial vasco afronta con optimismo el futuro inmediato, según las encuestas de Laboral Kutxa, y, en concreto, el índice de confianza se sitúa en el cuarto trimestre de este año en el 55,4 (siendo 50 el índice que marca la diferencia entre positivo y negativo) y en el 56,4 (en el primer trimestre de 2016). Madariaga reiteró que las expectativas son de “expansión”, aunque se ha producido una “leve caída” en la confianza.