BILBAO. Este positivo escenario ha sido expuesto por los responsables del Servicio de Estudios de la entidad financiera, Joseba Madariaga, y de Desarrollo de Negocio, Xabier Egibar.

El informe prevé un crecimiento del 2,7 % en el 2016 para el conjunto del Estado, es decir, que Euskadi daría la vuelta a la situación y crecería una décima más, lo contrario que ahora, cuando Euskadi crece al 2,8 este año, por el 3,2 del conjunto del Estado.

"Crecimiento sólido, tasas de paro elevadas pero moderándose e inflación baja", es el resumen de las perspectivas para el 2016, ya que la entidad calcula que el IPC, actualmente en negativo, subirá el año que viene un 1 por ciento en Euskadi.

Para ello esperan que el petróleo deje de bajar y repunte un poco hasta los 50 dólares el barril el año que viene, frente a los 45 de media de este año.

Madariaga ha matizado que este escenario optimista, con ocho trimestres seguidos de crecimiento en Euskadi, no debe hacer "caer en la autocomplacencia, puesto que el PIB vasco está aún tres puntos por debajo del máximo histórico, que se alcanzó en el 2008, antes de la crisis".

Además, hay que sumar las incertidumbres internacionales, como la desaceleración en China, la excesiva caída del petróleo, la renovación o no de las sanciones a Rusia o las dificultades de los países emergentes.

En cambio, a los autores del informe no les preocupan las elecciones generales del domingo, puesto que "ninguno de los partidos cuestiona el proyecto europeo ni los compromisos adquiridos", ha comentado Madariaga.

En este sentido, ha admitido que el Estado español va estar "muy justito" para cumplir los compromisos de déficit público pactados con Bruselas, del 4,2 este año y del 2,8 el que viene, aunque ha matizado que las desviaciones previstas "serán de décimas, no exageradas".

Preguntado sobre la situación de la industria vasca, el motor de la economía del territorio, Madariaga ha explicado que las empresas están en fase de "expansión fuerte, pero todavía ven demasiadas incertidumbres. A corto plazo, el siguiente trimestre lo ven bastante bien, hay pedidos, pero para invertir y contratar trabajadores se necesita un futuro más despejado, y eso a largo plazo no lo ven claro".

Sobre este asunto, Laboral Kutxa ha dado a conocer una encuesta realizada entre las empresas industriales vascas que refleja una mejora de sus perspectivas para 2016 en la facturación, la actividad, pedidos y contratación de empleados, pero aún prevé un empeoramiento en la rentabilidad de sus negocios y la subida de los precios de sus productos.

Estas impresiones de la industria se corresponden también con las de los hogares: la tradicional encuesta sobre la confianza de los consumidores vascos, referida al cuarto trimestre de 2015, refleja una leve recuperación de la confianza, alejándose de los valores muy negativos del año pasado, pero todavía con muchas dudas.

Así, este cambio de perspectiva no se ha interiorizado, por lo que se mantiene la cautela con respecto a la mejora de la economía del hogar, con una escasa predisposición a afrontar grandes inversiones como comprar una vivienda o un coche.