Gasteiz - El presidente de la patronal vasca Confebask, Roberto Larrañaga, valoró ayer la “victoria amarga” que supone fin de la violencia en Euskadi porque, pese al sufrimiento causado, “queda el consuelo de la derrota” de ETA. Larrañaga participó ayer junto con el lehendakari Iñigo Urkullu en la sede de la Presidencia vasca en Vitoria en la entrega de los premios Joxe Mari Korta, creados en recuerdo al presidente de la patronal guipuzcoana asesinado por ETA en el año 2000. En la ceremonia fue reconocida la trayectoria empresarial de Pedro Abásolo, presidente de Tubos Reunidos; Manu Galindez, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Bizkaia (Ascobi-Bieba); José Luis Larumbe, fundador de la empresa Giroa Sau, e Iñaki Alkorta, presidente de Talleres Protegidos Gureak, que da trabajo a personas con discapacidad de Gipuzkoa.

El presidente de los empresarios de Euskadi consideró que el “mejor homenaje” a Korta “ya se ha materializado: todo parece indicar que no habrá más víctimas de ETA”. “Eso es un triunfo de su legado y de tantas y tantas víctimas, con los empresarios en primera línea, de la sinrazón terrorista”, dijo. Larrañaga también salió al paso des “los continuos insultos que dedican algunos a los empresarios”, en alusión a las críticas de ELA, que en su opinión “no se merecen” porque los emprendedores “siempre han perseguido el bienestar de todos, aunque a veces se discrepe en la forma de conseguirlo”. “No vamos perder el tiempo en responder exabruptos, pero que quede claro: la imagen real del empresario vasco es la de aquel que, a pesar de las dificultades y de los riegos que asume, se queda, reinvierte buena parte de sus beneficios en la empresa y crea puestos de trabajo”,recalcó. Así, añadió que “la principal seña de identidad” de la clase empresarial vasca es su “compromiso y vinculación con el territorio”.

Por su parte, el lehendakari elogió a los premiados que, como el conjunto de los empresarios, “arriesgan para sacar adelante sus proyectos, invierten y hacen crecer” el país. En este sentido, valoró que muchas empresas vascas durante la crisis hayan mantenido los puestos de trabajo, hecho inversiones, se hayan abierto a nuevos mercados y apostado por la innovación. Para poder invertir y crecer la empresa “necesita estabilidad y confianza”, al igual que las instituciones, dijo Urkullu, que aprovechó para ensalzar el “paso importante para garantizar la estabilidad presupuestaria” conseguido con el acuerdo PNV-PSE, que permitirá al Gobierno Vasco aprobar sus Cuentas para 2016.

El lehendakari agradeció a los socialistas su disposición al acuerdo, ya que se podrán aprobar unos Presupuestos que apuestan por la reactivación económica con 1.200 millones de euros en inversiones y partidas para impulsar la innovación y la creación de empleo. - Efe