GASTEIZ - El Gobierno Vasco tiene previsto realizar una emisión de bonos por valor de 200 millones de euros este mes de noviembre y pedir un préstamo de 175 millones en diciembre. Esas operaciones se sumarán a la deuda formalizada durante el resto del año -840 millones- para situar el endeudamiento total de este curso en 1.214 millones.
Son cifras de vértigo que añaden tensión a la extensa factura que tendrá que pagar los próximos años el Ejecutivo. Sin embargo, no será necesario agotar todo el margen de endeudamiento previsto y quedará un colchón de 76 millones sin consumir. A ese menor endeudamiento hay que sumar los efectos del actual contexto de tipos de interés bajos, que ha abaratado la financiación del Gobierno. De este modo, la deuda viva de la Administración vasca se situará 116 millones por debajo de la estimación realizada a finales de 2014.
Son datos recogidos en el proyecto de Presupuestos de 2016, que, con todo, sitúan el endeudamiento total en 8.232 millones a 31 de diciembre. Como ha ocurrido a lo largo de toda la legislatura, el Gabinete de Iñigo Urkullu ha logrado este año quedarse por debajo de su techo de deuda y amortiguar, en la medida de lo posible, el impacto en los compromisos a atender en el futuro.
desaceleración de la deuda viva Del mismo modo, se ha conseguido frenar el incremento de la deuda viva gracias al ritmo de las amortizaciones, que llevan ya dos años condicionando el presupuesto y que en 2016 absorberán el 60% del incremento presupuestario. Tras dos ejercicios aumentando el endeudamiento en cerca de mil millones cada año, el volumen se desinfló en 2014 hasta los 660 millones y este año se dará otro salto hasta los 484 millones. Según los cálculos del Departamento de Hacienda, la factura crecerá el próximo año en solo 339 millones, situándose la deuda viva en 8.571 millones.
Si se cumple esa previsión, el nivel de endeudamiento de la CAV se habrá multiplicado por 27 desde el estallido de la crisis, cuando el Gobierno vasco solo debía 300 millones a los inversores. No era necesario acudir a los mercados en busca de financiación porque la recaudación fiscal bastaba por si sola para sostener los servicios sociales, las políticas de impulso económico y el gasto corriente. La situación cambió radicalmente a partir de 2009.
En su primer año en Ajuria Enea, Patxi López rompió su límite de deuda y casi lo triplicó, elevando el endeudamiento vivo hasta los 2.080 millones. Un año después se dio el gran salto y se sumaron 2.300 al debe del Ejecutivo y desde entonces no ha sido posible detener la maquinaria de la deuda para hacer frente a los compromisos adquiridos.
En estos momentos en los que los ingresos fiscales vuelven a crecer y la recuperación alimenta los recursos públicos, lo que está haciendo el Gobierno básicamente es refinanciar su deuda. Amortiza las emisiones de años anteriores a costa de asumir nuevo endeudamiento a más largo plazo.
Las cinco operaciones realizadas en lo que va de ejercicio se amortizarán entre 2020 y 2024. Un plazo en el que se confía que la salud financiera de Lakua permita saldar la deuda y eliminarla de balance.
No será posible hacerlo el próximo año, cuando hay que devolver a los inversores 892 millones de euros y pagar cerca de 278 millones en intereses. La carga financiera, la suma de ambas cuestiones, ascenderá a 1.170 millones y para atender a su pago se ha fijado un límite de endeudamiento de 1.231 millones.
Las emisiones se materializarán en función de las necesidades. La consejería que dirige Ricardo Gatzagaetxebarria ha seguido los últimos años el mismo patrón. La máquina del endeudamiento arranca con fuerza en la primera parte del año y se formaliza el mayor volumen, dejando para los meses finales un pequeño porcentaje. Así, Euskadi no ha recurrido a los mercados desde mayo y ha apostado sobre todo por los préstamos, donde el margen de negociación con los bancos vascos es mucho más amplio.
8.571
millones de euros es la deuda viva que tendrá el Gobierno Vasco a finales de 2016, según las estimaciones del Departamento de Hacienda y Finanzas. Para este año, se ha recalculado la cifra prevista, que se reduce en 116 millones. Con todo, el saldo del endeudamiento será de 8.232 millones. Las operaciones de este año.
Como ya ocurrió en 2014, el Gobierno vasco ha apostado este año por los préstamos bancarios. Ha solicitado cuatro créditos y ha realizado una emisión.
23 de febrero
Préstamo de 115 millones
Interes: Euríbor+0,94%
Amortización en 2024
24 de febrero
Préstamo de 200 millones
Interés: 1,537%
Amortización en 2024
25 de febrero
Préstamo de 100 millones
Interés: Euríbor+0,49%
Amortización en 2020
13 de abril
Emisión de bonos de 225 millones
Interés: 1,25%
Amortización en 2023
18 de mayo
Préstamo de 200 millones
Interés: Euríbor+0,99%
Amortización en 2024
Endeudamiento. Con las dos operaciones previstas en lo que resta del año, una emisión de bonos por 200 millones en noviembre y un préstamo de 175 millones en diciembre, la deuda de 2015 será de 1.214 millones.