berlín - El escándalo de la manipulación de los motores diésel de Volkswagen continúa penalizando la imagen del gigante alemán de automoción. Ayer varias publicaciones germanas informaban de que el fabricante de automóviles fue avisado al menos en dos ocasiones, en 2007 y 2011, de que la utilización del software que falseaba los datos de emisiones era ilegal.

El periódico alemán Bild am Sonntag informó de que el proveedor Bosch ya alertó por escrito a Volkswagen en 2007 de que el software que manipula las emisiones de gases contaminantes, elaborado por ellos, era solamente para pruebas y no para su uso continuado en carretera, lo cual sería “ilegal”. Otra publicación alemana señalaba que un trabajador de la compañía avisó, en un documento fechado en 2011, del delito en el que incurrían al emplear un software para manipular las emisiones del motor durante los controles técnicos.

Volkswagen ha reconocido que montó en once millones de vehículos un programa que identifica cuando el turismo está siendo sometido a una prueba para que el motor emita menos gases contaminantes, y ha culpado del truco a “un grupo reducido” de empleados. El expresidente de la firma, Martin Winterkorn, aseguró incluso cuando anunció su dimisión que desconocía que su empresa estuviese cometiendo este fraude.

Por otro lado, las autoridades alemanas han exigido a Volkswagen que presente para el día 7 de octubre un calendario para subsanar la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos que circulan por Alemania, a riesgo de que si no lo hacen pierdan la homologación. La Oficina Federal de Vehículos a Motor ha enviado una carta al fabricante de automóviles para que avance cómo va a resolver la cuestión que ha generado el escándalo. El mayor constructor de vehículos del mundo debe presentar un “plan temporal y de medidas vinculantes” para que todos sus coches cumplan con los límites legales de emisiones sin ningún software que altere los datos.

La multinacional ha avanzado que correrá con todos los gastos que genere a los clientes la modificación de sus motores. - Efe