vitoria - Viajan con cautela, pero los empresarios vascos buscan oportunidades de negocio en los países bajo embargo y, cumpliendo a rajatabla las restricciones que se derivan de los complejos esquemas de sanciones de cada mercado en vigilancia, aprovechan las facetas en las que el comercio es libre para facturar cada año un interesante volumen. Las exportaciones vascas a los países incluidos en la lista negra de la Unión Europea alcanzaron el año pasado los 478,7 millones de euros, un 2,15% del total de las ventas.
El porcentaje, a simple vista, parece residual. Sin embargo, el comercio exterior vasco está muy volcado en Europa, destino del 67% de las exportaciones de la CAV. Y los dos principales destinos -Francia y Alemania, por ese orden- se llevan casi un tercio de las ventas. El resto de países no alcanzan el 3%. El listado de sanciones PESC -Política Exterior y de Seguridad Comun- de la UE tiene 25 países. Cada uno con una graduación diferente de restricciones.
Corea del Norte, que ocupa el primer lugar, no importó el año pasado ni un solo euro de Euskadi, aunque si compró por valor de 129.000 euros del resto del Estado, básicamente carne y abonos. El embargo deja resquicios a algunos productos, pero no lo suficientemente atractivos para las empresas vascas. En cambio, otros países con veto dan mucho margen para, descontados los bienes energéticos, el principal producto de exportación vasco: la maquinaria y las semimanufacturas. Una circunstancia que pone de manifiesto que la investigación abierta esta semana a Zayer por contrabando industrial es una anécdota dentro del importante volumen de millones de euros que mueven las fábricas de bienes de equipo vascas, tanto en los países libres de sanciones como en los que tienen algún tipo de bloqueo.
el peso de rusia Así, Rusia es el principal destino bajo vigilancia del comercio exterior vasco, con ventas de casi 192 millones el año pasado. Las compañías de Euskadi venden sobre todo maquinaria industrial al gigante ruso (88 millones). También es muy intenso el flujo comercial de coches, gracias a las ventas de las furgonetas Vito y Viano que se ensamblan en Mercedes Benz Gasteiz, así como las semimanufacturas que utiliza la industria rusa para fabricar sus productos.
El foco de vigilancia aduanera está precisamente en la maquinaria y los bienes intermedios, por el temor de que sean utilizados en la industria armamentística. Y ahí es donde las empresas tienen que hilar muy fino para que el producto que venden no pueda ser considerado material de doble uso, el que con una pequeña modificación puede destinarse a fines bélicos.
El caso es que al margen del ruido generado por el registro en la fábrica de Zayer en la capital alavesa, el comercio vasco cierra operaciones legales en ese campo con gran asiduidad. No solo en Rusia, también en Irán, que está bajo una estricta vigilancia desde hace seis años.
Euskadi vende en el mercado persa por valor de en torno a 80 millones al año y casi el 90% es maquinaria industrial. En los últimos cinco años solo cuatro empresas vascas han activado la alarma. A falta de conocer los detalles de la última investigación, los tres expedientes anteriores estaban relacionados con operaciones en Irán, un país al que exportan 228 empresas vascas, con numerosas operaciones registradas para cada una de ellas.
los países La severidad de los vetos a la exportación se reduce a partir de Irán, y algunos de los embargos son más estéticos que reales. Es el caso de China, bajo el foco por las supuestas violaciones de derechos humanos, pero un mercado tan dinámico y grande que la UE no establece a efectos prácticos grandes restricciones en su caso. Euskadi vendió el año pasado mercancías por 636 millones, una cantidad que no ha sido incluida en el recuento de la lista negra europea.
Por volumen de ventas, Egipto es el tercer destino embargado del comercio vasco, con 76 millones de alto contenido industrial. Costa de Marfil, Bielorrusia, Líbano, Eritrea y Ucrania mueven cifras que van desde los 25 a los 11 millones. Serbia y Libia compran a Euskadi por valor de más de ocho millones. Irak y Bosnia, rondan los siete millones. Y a partir de ahí la lista se completa con países que van desde los 2,4 millones de Birmania y Zimbabwe a los 26.000 euros que invirtió el año pasado una empresa de Somalia en una maquina vizcaína.
Todo va sumando hasta alcanzar cada año unas ventas vascas a países bajo vigilancia cercanas a los 500 millones de euros. El récord se alcanzó en 2011 con casi 550 millones.
Las operaciones han superado entre enero y julio de este año los 181 millones de euros, ochenta millones menos que en el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, la previsible apertura del mercado iraní tras la firma del acuerdo nuclear con Estados Unidos se presenta como una gran oportunidad para las empresas vascas. La Cámara de Comercio de Bilbao ha organizado una misión comercial a Irán para finales de noviembre.
25
La ‘lista negra’ de embargo comercial de la Unión Europea tiene 25 países. Después de Corea del Norte, Rusia e Irán, las restricciones son menores. El mercado ruso. La vigilancia sobre el material de doble uso dificulta las ventas en Rusia, pero es en líneas generales un buen destino para las empresas vascas. Es el país vetado más importante, con casi 192 millones en ventas.
Corea del Norte. El nuevo ‘gran enemigo de occidente’ no tiene comercio con Euskadi, pero compró el año pasado a España despojos de carne para alimentación animal y abono por valor de 129.000 euros.