Bilbao - Inés Anitua es desde hace una década la directora del Clúster de Automoción de Euskadi-Acicae, unos de los primeros clústeres puestos en marcha en Europa, cuya misión es mejorar la competitividad del sector de automoción vasco, aumentando el nivel de I+D+i, impulsando su visión estratégica o facilitando la entrada a sus socios a nuevos mercados-clientes. A la vez es la cabeza visible de una pionera iniciativa como es AIC, el Automotive Intelligence Center, con sede las localidades vizcainas de Boroa-Amorebieta y Ermua, un proyecto de éxito que se ha convertido en un referente mundial. Nacido con el objetivo de generar valor para el sector de automoción por medio de la combinación de actividades de vigilancia competitiva, formación, investigación y desarrollo industrial. Anitua destaca las favorables perspectivas del sector en Euskadi.
¿Cómo evoluciona la industria de automoción en el mundo?
-El sector de automoción es un sector que crece cada año en el mundo. Este ejercicio se van a construir unos 87 millones de vehículos, un nuevo récord. Y las previsiones para 2020 eran de cien millones pero todo indica que se van a adelantar y, si no acontece nada extraordinario en la economía mundial, se llegará a dicha cifra en 2017. Esto muestra el importante potencial de este sector para las empresas que trabajan en el mismo. Además, en estos momentos el mercado europeo también evoluciona al alza y no hay que olvidar que el sector de automoción de Europa es el que más invierte en I+D.
¿Cómo ha sido el último año para la industria vasca del automóvil?
-Ha sido un año muy bueno. No hay que olvidar que el sector vasco de automoción es líder en el Estado tanto por su peso específico como por ventas. Las empresas vascas ligadas a la automoción facturan ya más de 13.700 millones de euros anuales tras contabilizar un crecimiento superior al 5% en el último ejercicio. El sector vasco creó empleo, más del 3,5%, y no hay que olvidar que las empresas vascas tienen casi 240 plantas productivas repartidas por el mundo dando trabajo a 75.000 personas, de las que unas 36.000 están en las plantas aquí.
¿Qué peso tiene la industria del automóvil en la economía vasca?
-La aportación al PIB de la CAV es más que notable pues alcanza cotas de más del 21%. Además es un sector plenamente competitivo e internacionalizado pues exporta casi el 90%.
Todo ello sin contar la planta alavesa de Mercedes en Vitoria y la navarra de Volkswagen en Pamplona.
-Efectivamente. En las cifras citadas de facturación y demás no están incluidas estas fábricas que, por otra parte, están funcionando muy bien.
¿Las perspectivas son positivas?
-Sin duda. Este año se va a crecer al menos como en 2014. Este sector tiene una importancia notable en la economía vasca pero es que además va a seguir creciendo a futuro. Lo estamos haciendo desde 2011. Además, en el País Vasco tenemos una ventaja adicional de la que quizá, históricamente, no hemos sido plenamente conscientes pero ahora cuando nuestras empresas se internacionalizan se valora más. Y esa ventaja es el hecho de contar con la integridad de la cadena de producción. Que tengamos a una hora de camión como se suele decir, desde el productor de acero, al fabricante de máquinas, pasando por las empresas de servicios. Que tengamos firmas de mecanizado que son referentes internacionales y que se produzca aquí la práctica totalidad de los componentes es una ventaja.
¿El sector ofrece oportunidades de empleo a los jóvenes?
-Sí. Afortunadamente es un sector que crea empleo. Además es un sector atractivo, dinámico. Creo que no es lo mismo trabajar en una industria que hace un producto como el automóvil, que todavía es objeto de deseo para una parte de la población, que realizar la labor en otros sectores. Y es un sector innovador y muy internacionalizado. Por ello, los jóvenes tienen oportunidad de desarrollar una carrera profesional. Todas estas cosas lo hacen atractivo y competitivo. Además, a diferencia de otros, en este sector convive un tejido empresarial muy diverso. Aquí hay un mix único pues trabajan desde multinacionales extranjeras, a multinacionales vascas, pasando por pymes familiares, cooperativas etc. Todo esto, creemos que marca una diferencia competitiva respecto a otros territorios y eso nos hace pensar que el futuro de la industria de automoción vasca está garantizado.
Uno de los efectos positivos de contar con una industria de automoción competitiva en Euskadi es que genera empleo de calidad.
-Al ser un sector en crecimiento se generan puestos de trabajo pero de personal muy cualificado y especializado. Y ello es positivo porque como todo el mundo sabe, el empleo en el sector industrial es más estable, más formado y mejor retribuido.
¿Se ha notado una recuperación de la inversión del sector en el Estado?
-Los fabricantes de automóviles han apostado claramente por reinvertir en las plantas españolas. España se ha situado entre el segundo y el tercero mayor constructor de coches en Europa y además, aquí tenemos la ventaja de contar con una riqueza de marcas con plantas productivas sin parangón en el resto de Europa. Y tener tantas plantas fabriles en el Estado es una ayuda para el sector vasco.
¿Cómo evoluciona el clúster vasco de automoción Acicae?
-El clúster sigue creciendo abriéndose a la cadena de valor completa. Somos la voz del sector de automoción en Euskadi. Nuestros socios representan el 90% de la facturación y seguimos con las puertas abiertas a las pymes.
¿Qué mercados internacionales tienen potencial para la industria vasca a medio plazo?
-El sector vasco de automoción está presente en todo el mundo pero es una realidad que ahora hay más crecimiento en América y Asia sobre todo en México -allí hay una treintena de plantas de empresas vascas y creciendo- y China. Pero a medio plazo hay perspectivas interesantes en el sudeste asiático porque los grandes fabricantes, en especial los europeos, quieren contar con proveedores de calidad como son los vascos aunque no es un mercado único. Cada país, Indonesia, Malasia, etc. es un mundo.
¿El sector vasco innova?
-Claramente. Ahora la industria vasca de componentes propone soluciones a los fabricantes, aporta valor añadido. Las empresas vascas aportan diseño pero también un importante know-how de fabricación. No hay que olvidar que, de media, el sector vasco de automoción destina a I+D el 2,7% de las ventas pero en las grandes compañías se supera el 7%. Las grandes empresas vascas también realizan un efecto tractor en el territorio porque se están llevando fuera a pequeños proveedores ya que aportan calidad y saber hacer a la cadena.
¿Qué es AIC?
-Es un proyecto que nació de un concepto anterior a la crisis y se ha comportado muy bien durante la crisis económica. Es un centro de generación de valor para el sector de automoción. Es un acelerador de la innovación a todos los niveles para llevar las nuevas ideas al mercado lo antes posible. Es un modelo original que surgió desde la iniciativa privada, aunque ha contado con apoyo público en un ejemplo magnífico de colaboración público-privada, viendo la evolución que estaba teniendo el sector de automoción. Hace una década se estaban haciendo los deberes en temas como innovación o internacionalización pero se vio que no era suficiente porque había más competencia exterior y había que reinventarse. Por lo tanto se pensó en crear una herramienta que nos permitiera seguir siendo aun más competitivos sumando el conocimiento de todos. La idea es trabajar en la innovación a través de la cooperación optimizando los recursos humanos y materiales. Y AIC, materializado en 2009, cuenta ya más de 700 profesionales cualificados. Es un éxito y referente internacional que sirve también para atraer talento jóven.
¿Por qué es tan competitiva la industria vasca de automoción?
-En el País Vasco existe una cultura industrial muy importante. Hay un saber hacer de años notable en toda la cadena de valor. Se dispone de profesionales cualificados y además hay un compromiso de la gente destacado. Si a esto se le suma el apoyo constante de las administraciones públicas vascas, se entiende.