FRÁNCFORT. El consejo de gobierno del BCE ha decidido ampliar el máximo de liquidez que pueden pedir prestado los bancos griegos con carácter de urgencia, si bien las fuentes no facilitaron cifras concretas ni hoy, ni el viernes.
El BCE responde de este modo al incremento de la fuga de capitales de los bancos griegos.
La semana pasada la cantidad se situaba en 84.100 millones de euros y el viernes el Banco de Grecia solicitó un aumento de 3.000 millones de euros.
Grecia debe devolver al Fondo Monetario Internacional (FMI) 1.600 millones de euros el 30 junio, cuando vence la actual prórroga del rescate.
Parece que Atenas está dispuesta a hacer concesiones e incrementar los impuestos de algunos productos o los hoteles para aumentar los ingresos y eliminar las jubilaciones anticipadas a partir del próximo año, así como reducir las pensiones complementarias más elevadas de algunos funcionarios.
Grecia ha propuesto reducir las pensiones en un 0,4 % del producto interior bruto (PIB) en 2015 y en un 1 % desde 2016, según informa la agencia Dow Jones.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona se reúnen hoy de forma extraordinaria para abordar con urgencia la crítica situación financiera de Grecia y lograr un acuerdo que evite su quiebra.
Previamente, se reunirán los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro para preparar la cumbre extraordinaria de los líderes de la eurozona.
El programa de provisión urgente de liquidez permite a los bancos griegos financiarse de forma excepcional a corto plazo a través del Banco de Grecia, aunque a un interés mayor que el que pide actualmente el BCE en sus operaciones ordinarias de refinanciación del 0,05 %.
Además, es Grecia quien asume el riesgo crediticio de estos préstamos.
El BCE ayuda a los bancos griegos a muy corto plazo con los aumentos de la liquidez de urgencia que pueden pedir.
Para que el Banco de Grecia pueda dar esta financiación excepcional es necesario que los bancos griegos sean solventes. EFE