vitoria - En el informe con medidas para fomentar el empleo juvenil, el Consejo de la Juventud de Euskadi da una serie de datos que permiten hacerse una idea del impacto que está teniendo el desempleo y la precariedad sobre este colectivo. Los bajos salarios hacen que el 22% de los jóvenes ocupados no lleguen a fin de mes con lo que ganan, de forma que seis de cada diez personas que viven en la pobreza en Euskadi tienen menos de 35 años. Un panorama preocupante del que ya vienen haciéndose eco los agentes sociales e institucionales, y que ayer EGK puso encima de la mesa junto a un paquete de propuestas concretas enfocadas a tratar de dar la vuelta a la situación. Y es que el problema de la juventud no es únicamente el elevado desempleo, sino también el perfil de empleo al que acceden una vez acabados sus estudios, con el 60% de los jóvenes en un puesto que requiere una cualificación menor a la que tienen.
“El empleo juvenil debe ser un empleo con plenas garantías, no un empleo en el que se permite mermar los derechos del colectivo. Los planes de empleo juvenil deben partir de la base de que el empleo juvenil es un empleo cubierto por una persona joven en igualdad de derechos y condiciones”, señala el consejo vasco de la juventud, que recuerda que la situación de vulnerabilidad de los jóvenes en relación al mercado de trabajo se ha acrecentado durante los años de crisis.
La falta de empleo hace que la mitad de los jóvenes vascos estén dispuestos a aceptar cualquier empleo, en cualquier lugar y con cualquier sueldo, según EGK. En estos momentos, casi uno de cada cuatro jóvenes no llegan a fin de mes con su sueldo, incluyendo el grupo de menores de 35 años a seis de cada diez pobres de Euskadi. Además, se recuerda que la elevada temporalidad que sufre el colectivo hace que sea mucho más vulnerable ante los despidos. “Entre 2008 y 2013 los trabajadores temporales cuadruplicaron el nivel de destrucción de puestos de trabajo de los fijos. Si además de temporales eran jóvenes, la proporción fue de seis a uno”, señala el informe.
Con la precariedad como telón de fondo, la batería de medidas del Consejo de la Juventud de Euskadi incluye itinerarios al empleo de calidad e indefinido como es el caso del contrato de relevo, o a través de las contratas que trabajan para la administración. Caminos que pretenden reconducir la situación actual, en la que el acceso a las empresas para los jóvenes está limitado a la fórmula de las becas o los contratos en prácticas o bien a sectores como la hostelería o las tareas domésticas en los que hay un elevado índice de empleo parcial y fraude en la contratación.
El plan trazado por el consejo incluye también la mejora de la información que tiene el colectivo de la juventud sobre la realidad laboral, a través de cursos que tienen como objetivo “que las personas jóvenes conozcan sus derechos laborales, así como la vulneración de los derechos laborales de las diferentes fórmulas excepcionales de contratación y los problemas derivados a corto, medio y largo plazo”. - A.L.