madrid - La crisis, el paro y el alto endeudamiento de las familias es la combinación que, según el Banco de España, ha provocado que en los últimos años la tasa de actividad se haya mantenido en el Estado. De hecho la población activa española se ha mantenido estable desde 2008, en torno a 23 millones de personas, a pesar de que España ha tenido una reducción de la población y un saldo migratorio negativo durante los últimos años de crisis.

No solo eso. La tasa de actividad creció sin interrupciones hasta 2012. Y es a partir de entonces cuando se ha mantenido estable, según la entidad.

Es un fenómeno extraño en periodos de crisis, tal y como explica el regulador bancario en un estudio sobre la resistencia cíclica de la tasa de actividad en España expuesto en el Boletín de mayo de la entidad. Y es que en otros periodos de recesión la tasa de actividad cayó a la vez que aumentaba la del desempleo. Es lo que se conoce como efecto desánimo, esto es, que la dificultad de encontrar empleo desincentiva su búsqueda.

Pero ese efecto no se ha dado esta vez, por la necesidad que han vivido las familias. En los últimos años lo que ha ocurrido, según el Banco de España, es que el fuerte aumento del desempleo, unido al alto endeudamiento de los hogares y a la pérdida de valor patrimonial, mucho mayores que en otros periodos recesivos, han favorecido que más miembros de cada familia se hayan intentado incorporar al mercado de trabajo para, con ello, mejorar o mantener su renta.

Especialmente son las mujeres las que más han impulsado ese alza hasta 2012 de la tasa de actividad. Su presencia en el mercado laboral es cada vez mayor. Según el regulador, entre las féminas la tasa de actividad ha pasado del 10% en 1988 a casi alcanzar el 55% en la actualidad. Durante los años de crisis, tampoco se han comportado igual que los hombres. La tasa entre ellas no ha descendido con el fuerte aumento del desempleo, cosa que sí ha sucedido entre los varones.

De hecho, las mujeres españolas son el único grupo en el que cuanto más aumenta el desempleo, más aumenta su tasa de actividad, algo que se conoce como efecto trabajador adicional.

Además, los grupos de edad avanzada e intermedia son los que mejor han mantenido su nivel de actividad en este periodo de doble recesión. En este sentido, el informe del Banco de España apunta a que las reformas del sistema de pensiones han favorecido la permanencia en el mercado de trabajo de las personas de mayor edad.

Por contra, los varones, las personas más jóvenes y quienes tienen estudios medios o bajos son los grupos más procíclicos, es decir, en los que la tasa de actividad desciende más cuando aumenta el desempleo.

Los autores del informe valoran el mantenimiento de esta tasa, ya que puede contribuir a soportar el potencial crecimiento de la actividad económica, al ajuste de los salarios y, si se concentra entre las personas de más edad, a paliar el envejecimiento de la población.

También llaman la atención sobre factores institucionales como el salario mínimo, la tasa de fertilidad o el nivel de estudios, que, de acuerdo con sus conclusiones, influyen en las decisiones de los individuos a la hora de iniciar o no la búsqueda de un empleo. - Efe / DNA