gasteiz - La recuperación empieza ya a notarse en Euskadi en el apetito inversor de las empresas. En apenas cinco meses se han hecho públicas operaciones que suman más de cien millones de euros, en lo que se intuye como el inicio de una dinámica más amplia. El lehendakari reforzó ayer esa idea al anunciar que hay “nuevas inversiones” previstas, aunque no quiso dar más detalles para que sean las propias empresas las que lo hagan. Serán actuaciones importantes en el ámbito industrial, que incluso podrían hacerse públicas la próxima semana, según ha podido saber DNA en fuentes conocedoras de los procesos, que también eludieron concretar más para no restar protagonismo a las compañías.

Iñigo Urkullu analizó el escenario de salida de la crisis en una entrevista en Radio Euskadi. El Gobierno Vasco acaba de elevar seis décimas su previsión de crecimiento del PIB vasco este año, fijándolo en el 2,3%. También ha aumentado la estimación de los puestos de trabajo que se crearán hasta los 14.400 empleos. Sin embargo, son ritmos bajos en comparación con todo el terreno perdido durante la recesión. “La salida de la crisis va a ser lenta”, admitió el lehendakari, quien volvió a situar en 2020 el momento en el que la economía vasca regresará al punto previo al inicio del ciclo destructivo que ahora toca a su fin.

Será entonces cuando el mercado laboral recuperará el dinamismo que permitió a Euskadi estar entre las economías con paro técnico. Y será en ese momento cuando el lehendakari estima que podrá darse por ganada la batalla.

basque industry 4.0 En esa línea, Urkullu recordó que su Gobierno aspira a que el sector industrial tenga un peso del 25% del PIB. Solo así se podrá crear empleo “estable y de calidad” y recuperar los niveles anteriores a la crisis. Con ese propósito, el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad está impulsando un cambio en las fábricas a través de la estrategia Basque Industry 4.0, centrada en la digitalización y robotización de los procesos productivos.

La industria inteligente ya está ganando espacio en Euskadi y cuenta desde esta semana con un nuevo agente activo, el gigante tecnológico Siemens, que se ha ofrecido a facilitar la transición de las pymes hacia ese escenario. Los últimos meses han sido muy activos en lo relativo a las inversiones, que tienen a empresas vascas como protagonistas o como socios de multinacionales. Tubos Reunidos se alió en noviembre con la japonesa Marubeni para la puesta en marcha de una factoría para la fabricación de tubos para el sector petrolero. La operación rondará los 30 millones.

También el pasado noviembre se formalizó el acuerdo entre el fabricante chino de teléfonos móviles ZTE y Euskaltel para traspasar a la tecnológica asiática la división de redes de alta velocidad del operador vasco, incluidos sus 133 trabajadores. ZTE dará servicio a diferentes compañías desde el Parque Tecnológico de Zamudio, donde tiene su sede para todo el sur de Europa. La inversión inicial será de cinco millones de euros y ya se han contratado a otras diez personas para atender a un nuevo cliente, Jazztel.

Y el mes pasado, la compañía vasca Gestamp anunció la ampliación de su fábrica de Abadiño y la construcción de una nueva planta dedicada al corte por láser. La compañía de automoción está buscando en Euskadi ubicación para la factoría, que estará en marcha a finales de año. Según fuentes del sector, Gestamp invertirá más de 50 millones.

Son nuevos capítulos en un libro que tiene escritas hojas firmadas por multinacionales como Mercedes, Michelin o Rolls Royce -propietario de un 47% de Industria de Turbo Propulsores (ITP)-, pero que también tiene brillantes páginas protagonizadas por empresas vascas.

La última esta misma semana al elevar los ejecutivos de Aernnova su participación en la compañía hasta el 53% desde el 30% anterior para controlar el consejo de administración. La operación ha supuesto la salida de la compañía de los inversores de Castilla La Mancha -ligados a la caja de ahorros manchega, diluida hoy en Liberbank-, mientras que el fondo suizo de capital riesgo Springwater Capital también se ha reforzado asumiendo el 47% de las acciones y demostrando el interés que genera la compañía aeronáutica vasca, uno de los principales proveedores de Airbus y Boeing.

UNa “sonrisa” de cara al futuro Todo apunta a que en breve se conocerán nuevos proyectos, todo un síntoma del cambio de ciclo. Lo mejor está por venir. Y, por ello, Urkullu aseguró durante la entrevista que mantiene la “sonrisa” ante la perspectiva económica para Euskadi, pese a que los datos de paro conocidos esta semana hayan arrojado un aumento del desempleo en el País Vasco o que la producción industrial vasca haya retrocedido en febrero, según informó el miércoles Eustat. “Si miramos datos mes a mes, nos podemos encontrar con dientes de sierra”, explicó.

Urkullu estima que se debe mirar la evolución de la economía vasca “con perspectiva y positivismo”. Pero es consciente de que el empleo será la variable más rezagada durante mucho tiempo y solo se conformará con una creación de empleo “suficiente y de calidad”, algo que en la CAV todavía tardará unos años en alcanzarse.

“Por eso estoy diciendo que la salida de la crisis va a ser lenta, no estamos ante salidas de crisis que hemos conocido en el pasado, sino ante una crisis que ha afectado a todos los sectores de la economía”, añadió.

Por ello, recordó que su Ejecutivo mantiene un “esfuerzo particular” en el sector de la industria, que “genera empleo estable y de calidad” y además tiene un efecto multiplicador en el resto de la cadena de la economía. Tras recordar que la creación de empleo neto se ha adelantado en Euskadi, pese a las previsiones de su Gabinete, aunque de forma “mínima”, destacó que “mucho del nuevo empleo” se localizará en la industria.

“Es para nosotros un reto importante, como sociedad vasca, el que la industria recupere posiciones anteriores a la crisis en lo que era su peso relativo en el PIB”, indicó.

Si se consigue el objetivo de que uno de cada cuatro euros de la riqueza nacional vasca tenga raíz industrial, se habrá dado un paso de gigante, porque “la generación de empleo en la industria es más lenta pero la perdurabilidad es más garantista”. Para ello será clave la inversión y el foco de las empresas vuelve a estar en Euskadi.