gasteiz - El esperanzador arranque del año ha dejado cortas las previsiones económicas del Gobierno Vasco. Han tenido que pasar casi seis meses de intenso crecimiento para que el Gabinete de Urkullu se decida a modificar al alza sus estimaciones, que hasta ahora eran las más modestas. Según los cálculos del Departamento de Hacienda y Finanzas, la economía vasca crecerá este año un 2,3%, seis décimas por encima de la lectura de hace dos trimestres. El salto es significativo y Euskadi se sitúa de golpe por encima del listón del 2%, el muro que separa la creación sólida de empleo de las migajas de las contrataciones volátiles ligadas a los picos de producción o a las campañas turísticas.

Pasados a limpio los síntomas de recuperación, la nueva previsión oficial de Euskadi apunta a un incremento de la afiliación a la seguridad social de un 1,6%, lo que se traduciría en la creación de cerca de 14.400 puestos de trabajo, casi el triple de los 5.800 estimados inicialmente. La tasa de paro se situaría en el 13,7%, en línea con el pronóstico de Confebask, que augura la contratación de más de 17.000 personas.

En ese caso, que el Gobierno Vasco no considera descabellado si las empresas invierten, se triplicaría la previsión con la que se trabajaba hasta ahora. La actividad empresarial y el empleo crecerían de la mano con el consiguiente impacto en el consumo y la recaudación. La rueda de la economía volvería a funcionar a pleno rendimiento.

necesidades de Inversión Fue el propio lehendakari el encargado de anunciar en un desayuno organizado por el Banco Santander y el Grupo Vocento que se elevan las expectativas. Lo hizo sin ocultar su satisfacción por poder pasar página por fin: “No habíamos conocido previsiones de crecimiento tan elevadas desde 2007”.

Poco después, el Departamento de Finanzas oficializó el cambio de previsión en su informe trimestral sobre la evolución de la economía. El perezoso Producto Interior Bruto sale definitivamente del fango de la crisis pero todavía necesita estímulos, “no es suficiente” con los ritmos actuales, advirtió Iñigo Urkullu

“Es el momento de apostar, es el momento del empleo en Euskadi”, aseguró el lehendakari, ante numerosos empresarios a los que animó a invertir en un “llamamiento a favor del empleo” y, sobre todo, de la incorporación de la juventud a la empresa, porque es “la savia nueva que favorece el crecimiento”.

También tuvo palabras para los agentes sociales, que sonaron a reproche en el caso de ELA y LAB, los únicos que han cerrado la puerta a la Mesa de Diálogo de Lakua y que, además, obstaculizan la firma de convenios con su apuesta por la negociación empresa por empresa.

Ante esa posición de “los dos sindicatos con mayor presencia sindical”, Urkullu afirmó que todos los agentes deben sumar fuerzas para “repensar el modelo propio de política industrial y de empresa”. Fueron los únicos mensajes con destinatario directo en una intervención en la que técnicamente se enterraron todos los fantasmas de la recesión. “El cambio de ciclo es inequívoco en Euskadi, la fase de crecimiento y recuperación se ha iniciado”, sentenció.

La clave del nuevo escenario está en la demanda interna. Tras años volcadas fuera, las empresas vascas empiezan a vender de nuevo en casa gracias al despertar del consumo. Además, el mercado español -el más dinámico hoy en Europa- suma fuerzas. Los altos ritmos del conjunto del Estado están siendo decisivos a la hora de incrementar la velocidad de Euskadi, aunque no hay que perder de vista cuestiones como los bajos precios del petróleo o la mejoría de las locomotoras del euro.

“aceleración” de la economía La industria será la principal beneficiada de la nueva situación y tendrá “un crecimiento sostenido” este año, pero la “tendencia a la aceleración será compartida también por el sector servicios”. La construcción seguirá rezagada y cosechará de nuevo números rojos si bien despegará definitivamente a finales de año.

El lehendakari subrayó la necesidad de “intentar salir de las crisis juntos, y de la forma más sólida posible”, aunque la economía vasca “salga más lentamente”, que España, que tiene un ritmo más elevado, pero con una base menos industrial.

“Podíamos haber pensado en que podíamos haber hecho no sé qué para salir cuanto antes de la crisis, pero tenemos un modelo de bienestar social que necesita ser preservado”, afirmó Urkullu. En esa línea, destacó que durante los dos últimos años, con él al frente de la Lehendakaritza, se ha “apuntalado” el estado de bienestar en Euskadi. A su juicio, pese a los “rigores de la crisis”, se ha logrado “consolidar los servicios básicos esenciales: Educación, Sanidad y Protección Social”. “Euskadi cuenta con un sistema social consolidado y firme, que supone una red de solidaridad ejemplar. Siempre mejorable, pero ejemplar”, indicó.

El cambio de ciclo también permitirá un margen más amplio a la hora de atender las necesidades de los ciudadanos. No obstante, Urkullu reconoció que, en los primeros años de legislatura, su Gobierno ha tenido las manos atadas. El objetivo ha sido “gestionar con prudencia los recursos públicos, ajustándose a los límites de déficit, acudiendo con prudencia a la deuda, manteniendo la senda de reducción del déficit”.

Con todo, el lehendakari considera que durante ese periodo de estrecheces se han “sentado las bases para un crecimiento sostenido en Euskadi” con el objetivo de “salir de la crisis en la buena dirección”. En esa línea, puso en valor “la capacidad de llegar a acuerdos y consensos políticos en Euskadi”, que, junto a la aprobación de los Presupuestos en Gobierno y diputaciones, han permitido poner en marcha la reforma fiscal vasca con más apoyos de la historia.

Ante ese “mérito colectivo” y apoyado en los indicios de recuperación y el mantenimiento del Estado del Bienestar, Urkullu “dibujó una sonrisa ante el futuro” en su rostro. “Saben que no soy dado a las grandes euforias, ahora bien, tengo la convicción de estamos en la buena dirección, económica, social y política”, recalcó.

El empuje del consumo. La demanda interna se suma ahora a la actividad exportadora y permite mejorar en seis décimas la previsión de crecimiento del PIB.

Previsión 2015 anterior última

PIB1,7% 2,3%

Creación de empleo5.800 14.400

Tasa de paro14,9% 13,7%

El análisis. Según los cálculos del Departamento de Hacienda y Finanzas, la industria experimentará un crecimiento sostenido, del 1,8% para el conjunto del ejercicio, pero llegará a alcanzar el 2,2% en el último trimestre. En la construcción, se prevé que la actividad deje de caer a finales de este año, aunque no evitará una caída del 0,6% para el total del año. Servicios crecerá un 2,6%.

Servicios2,6%

Industria1,8%

Construcción-0,6%

Sector primario4,3%

El consumo. El gasto de los hogares “seguirá avanzando a buen ritmo”, hasta el 2,5% al concluir el ejercicio, y la creación de empleo “ayudará a la mejora de las expectativas de los consumidores”. También contribuirán a fomentar el consumo privado factores como la “relajación” de las condiciones financieras y el aumento de la renta de los hogares.

Comercio exterior. La recuperación de la economía europea y española tendrá “impacto directo en las exportaciones”, pero las importaciones crecerán debido a la recuperación del consumo y de la inversión en bienes de equipo.