BRUSELAS. "Grecia, que conoce un problema social grave, que ha sido denominado una crisis humanitaria y que en efecto es una crisis humanitaria, y tiene la facultad de crecer subdesarrollada, necesita ayuda del presupuesto europeo", ha dicho Juncker en rueda de prensa al término del Consejo Europeo de primavera.

El presidente del Ejecutivo comunitario ha dicho que los 2.000 millones "no irán a reflotar las cajas del Estado griego, sino que están destinados a apoyar financieramente y solidariamente los esfuerzos de crecimiento y restablecimiento de la cohesión social en Grecia".

En concreto, Juncker quiere que este dinero se destine a sectores con perspectivas de crecimiento, a hacer frente al paro juvenil y a ayudar a las pequeñas y medianas empresas y se utilice "de la mejor forma posible".

En este sentido, ha resaltado que Grecia se beneficia de un "tratamiento privilegiado" ya que sólo debe asumir el 5% de la financiación de los proyectos que se pongan en marcha (frente a la tasa normal del 15%), mientras que el resto del dinero vendrá de los fondos europeos.

Juncker ha encargado al vicepresidente para el Euro, Valdis Domvrovskis, que coordine todos los esfuerzos para garantizar que las autoridades griegas puedan absorber estos fondos europeos. Para ello se ha puesto en marcha un nuevo equipo técnico en Bruselas para ayudar a Atenas a gastar las ayudas.

La decisión de movilizar estos 2.000 millones de euros fue decidida por Juncker tras la reunión que mantuvo la semana pasada en Bruselas con el primer ministro griego, Alexis Tsipras.