bilbao - El Gobierno Vasco aprobó ayer la jornada anual de sus cerca de 70.000 empleados públicos, manteniendo el tiempo de trabajo total en 1.614,5 horas, pero elevando de cuatro a cinco los días de libre disposición. El incremento de la jornada anual en el sector público por encima de las 35 horas semanales aplicado en 2013 abrió un frente entre el Ejecutivo de Iñigo Urkullu y los sindicatos, que se mantiene a día de hoy y que condiciona las negociaciones en las mesas sectoriales.

Lakua aprobó ayer en Consejo de Gobierno el mantenimiento de la jornada anual para este año en 1.614,5 horas, las mismas que en los dos pasados ejercicios después de que en 2013 se aplicase, en una versión suavizada, el aumento de jornada aprobado por Madrid. Rajoy subió el tiempo de trabajo en el sector público hasta 1.664 horas al año dentro de un paquete de ajustes activado en 2012, que en principio obligaba a Lakua a hacer lo propio con su plantilla. El Departamento de Justicia y Administración Pública optó por elevar la jornada en solo 22,5 horas más al año, el equivalente a tres días de trabajo, una decisión muy criticada por parte de los sindicatos, que siguen demandando que se vuelva a las 35 horas semanales.

Por otro lado, los recortes del PP dejaron los seis días de libre disposición, los moscosos, en solo tres, y han supuesto la supresión de los canosos -días por antigüedad-. El Gobierno español ha devuelto dos de estos moscosos, que se han ido trasladando también al ámbito de la CAV. En este 2015 los casi 70.000 empleados dependientes del Gobierno Vasco tendrán un total de cinco días libres, o podrán descontar su equivalente de manera repartida a lo largo del año, hasta 37,5 horas. El saldo aún sería desfavorable en todo caso para el calendario de los funcionarios, que además de ver incrementada la jornada cuentan con un moscoso menos que en 2012, a lo que hay que sumar las reducciones y y congelaciones de sus nóminas que se les viene aplicando desde 2010.

Josu Erkoreka, consejero de Justicia y Administración Pública, lamentó ayer las “modificaciones frecuentes y un poco caprichosas” de las condiciones en el sector público que se realizan desde el Gobierno español, y destacó que los empleados vascos están “al albur de lo que pueda decidir el ministro de Hacienda correspondiente”. - A. Legasa