La gama Juke incorpora la interpretación más efusiva del programa. Se trata de la versión RS de la división Nismo (contracción de Nissan Motorsports), en la que militan las eje-
cuciones deportivas de los productos de la casa. Si la variante considerada normal ya libera 200 caballos, diez por encima del más solvente de los Juke de calle, esta vez el rendimiento se amplía casi otro 20%.
El inquilino del capó delantero sigue siendo el mismo, el bloque gasolina de cuatro cilindros y 1.6 litros, que
ahora progresa hasta 218 CV. Puede ir acoplado tanto a caja de cambios manual de seis marchas como a automática XTronic de variación continua. Se ofrece con tracción integral y delantera, en cuyo caso recurre a diferencial autoblocante para mejorar la tracción; por ahora no está claro si todas las variantes se comercia-
lizarán en el mercado español.
Al igual que el Nismo a secas, la secuela RS lucirá decoración deportiva y recibirá dotaciones acordes a su temperamento (por ejemplo, asientos bucket). El precio del Juke RS se acerca a los treinta mil euros, unos tres mil más de lo que cuesta un Nismo (26.880 euros).
Nissan vuelve a opositar por una plaza fija en la clase media. Su nuevo candidato se llama Pulsar y es un turismo de proporciones compactas y silueta esbelta. Saldrá a la venta en el tercer trimestre, fijando en el punto de mira al Golf y su legión de perseguidores. La marca japonesa permanece ausente de ese peldaño del mercado desde la retirada en 2009 del fallido Tiida.
El Pulsar aparecerá luciendo envase de cinco puertas de casi cuatro metros y medio. Nissan sólo facilita el dato de la distancia entre ejes, 2,7 metros, cota que sugiere una buena habitabilidad interior. El modelo asumirá varios de los motores empleados por sus hermanos, comenzando con el gasolina 1.2 (116 CV) y el dCi 1.5 (110 CV). Su línea de partida económica no se alejará mucho de los 16.000 euros.