Barcelona - CaixaBank da por cerrada la crisis. La entidad catalana ganó el año pasado 620 millones de euros, lo que supone un 23,2% más que en 2013. Un resultado que, a juicio de la entidad, sienta las bases de “una etapa de crecimiento rentable”, con márgenes que seguirán ajustados, pero con mejorías en la cuenta de resultados y en la salud del balance.

“En estos siete años hemos hecho provisiones de 33.000 millones de euros, 8.000 de ellos contra los fondos propios. El gran esfuerzo está hecho”, explicó ayer Isidro Fainé, presidente de CaixaBank, quien anticipó un buen año para la economía española, con un crecimiento del 2,3% en el PIB que incluso podría elevarse si el petróleo se mantiene bajo. El directivo catalán, acompañado en la presentación de resultados por Gonzalo Gortázar, consejero delegado, destacó tanto la reducción en 200 puntos básicos de la tasa de morosidad, que cerró el año en el 9,7%, como la mejoría de los márgenes. “Esto se ha conseguido con cierto dolor -reconoció Fainé- por una buena gestión del pasivo”, que ha pasado a estar remunerado a solo un 0,83% de media. “Es importante dar créditos, es nuestro negocio, pero también cuidar del ahorro de muchos pensionistas. Y, aunque estamos trabajando bien en este sentido, la gente mayor tienen miedo de invertir en fondos de inversión”, dijo. Este tipo de productos fuera de balance (fondos de inversión, seguros, planes de pensiones) aumentan un 15,2% en el último año conforman buena parte del crecimiento de la entidad, que pierde unos 200,000 clientes en toda España.”Hay inmigrantes que están retornando a sus países, que trabajaban con nosotros y que cancelan sus posiciones”, dijo Fainé. Todo ello, unido a un incremento en los ingresos por comisiones, permitió a la entidad mejorar su margen de explotación un 18%.

La misma trayectoria ascendente muestra la concesión de nuevos créditos, que partía de volúmenes muy modestos y repuntó con fuerza en la segunda mitad de 2014. Así, en el cuarto trimestre del año, la concesión de préstamos hipotecarios a particulares creció un 42% y mejoró también un 25% el crédito al consumo.