bruselas - El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, había anunciado que las contribuciones de los Estados miembros de la Unión Europea al nuevo fondo estratégico de inversión, que aspira a catalizar al menos 315.000 millones de euros en los próximos tres años para relanzar la economía, tendrían un trato favorable.
Finalmente, las posibles aportaciones al fondo Juncker sí computarán como déficit aunque Bruselas no lo tendrá en cuenta a la hora de decidir sobre la apertura de un eventual expediente por déficit excesivo.
Ayer lo puso por escrito, en lo que es un claro incentivo dirigido a los Estados miembros para que se impliquen en el fondo, dentro de una nueva comunicación en la que propone dar más flexibilidad en la aplicación de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento a aquellos países que acometan reformas.
nueva interpretación Se trata del primer gesto contra las políticas de austeridad que han dominado la agenda europea en los últimos años y que los comisarios Katainen, Dombrovski y Moscovici presentaron como una interpretación “más inteligente” de las reglas que hasta ahora han imperado. En este sentido añadieron que “la responsabilidad fiscal es necesaria pero no suficiente condición para crecimiento y empleo. También hay que perseguir reformas e impulsar la inversión. La aplicación inteligente del Pacto nos ayudará a progresar en estos tres frentes”, defendió el comisario de asuntos económicos.
Las nuevas reglas beneficiarán especialmente a los países con déficits inferiores al 3,% pero también permitirá dar más tiempo a aquellos países bajo procedimiento de déficit siempre y cuando se comprometan a seguir un plan de reformas estructurales. Si los socios comunitarios no cumplen será un elemento agravante y se acelerarán las sanciones.