MADRID - El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha abierto juicio oral contra el expresidente de Caja Castilla La Mancha Juan Pedro Hernández Moltó y el ex director general Ildefonso Ortega y les ha emplazado a pagar en diez días una fianza civil de 138,2 millones por el agujero ocasionado en la entidad. El fiscal pide 2 años y medio de prisión para Moltó y Ortega por un delito societario de falseamiento de cuentas, pero no pidió ninguna fianza.
En un auto, hecho público ayer, el juez amplía la imputación, ya que les atribuye el delito de administración desleal junto al falseamiento de las cuentas y les impone esta cuantía de forma solidaria a petición de la acusación ejercida por el Banco de Castilla La Mancha, que lo reclamó por el perjuicio económico que le pudieron ocasionar el “conjunto de operaciones” investigadas.
La Fiscalía no ha reaccionado ante el auto judicial y los más probables es que mantenga su calificación, en cambio el Banco de Castilla La Mancha y la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) solicitan cinco años y medio y cinco años de prisión, respectivamente, por los dos delitos que también percibe el magistrado .
el viernes, ante el juez El magistrado señala que será el Juzgado Central de lo Penal el encargado de celebrar la vista contra Moltó y Ortega y les cita el próximo viernes a las 10.00 horas para comunicarles esta nueva resolución. Ruz dio el primer paso para juzgarles a principios de octubre, cuando consideró indiciariamente acreditada la existencia de una serie de operaciones de crédito con una “notoria desproporción entre los riesgos concedidos y su probabilidad de recuperación”, con “manifiesto incumplimiento de los estándares normales en la concesión de riesgos”.
Ello derivó en un “perjuicio económico para la caja”, ejecutando determinadas prácticas con “incidencia o afectación sobre la imagen fiel contable y de riesgos, como consecuencia de ocultar la morosidad y el nivel de concentración de riesgos de la entidad”. Hernández Moltó consideró “no razonable” la fianza y todo apunta a que no podrá hacerle frente. - Efe