Gobiernos de todas las latitudes y colores llevan años, concretamente desde que estalló la crisis, tratando de encontrar la fórmula que permita generar empleo, probablemente el indicador más ácido de una depresión que ya camina, al menos en Euskadi, hacia su sexto año. Demasiadas temporadas de programas, estudios, planes y desarrollos que si bien dan la sensación de haber detenido la hemorragia laboral sin embargo continúan sin ser capaces de estimular la creación de puestos de trabajo. En este escenario llama la atención el caso de la Fundación Michelin Desarrollo, que en su décimo aniversario se ha mostrado como un agente eficaz y real para solventar el problema del paro. En la presentación del balance de su década de andadura, que tuvo lugar en Bergara hace unos días, el brazo más social de la multinacional francesa demostró con datos que sí es posible acabar con el desempleo si se asume esta batalla con decisión, orden y compromiso.
Solo en Álava -Michelin también tiene factorías en Lasarte, Aranda de Duero y Valladolid-, la compañía de neumáticos ha participado en la última década en 61 proyectos que han generado 530 puestos de trabajo, siendo avalista en la gran mayoría por valor de 1,3 millones de euros y destinando a fondo perdido 382.200 euros.
Una fotografía esperanzadora Las inversiones inducidas que generaron esos proyectos en la provincia alavesa ascendieron a 44,1 millones de euros, detalló el director de FMD, Félix Sanchidrián, que agradeció públicamente los convenios que la Fundación mantiene en este Territorio con agentes como la Cámara de Comercio, la Asociación Jóvenes Empresarios de Álava (Ajebask) o el Centro de Empresas e Innovación (CEIA), cuya sede se encuentra en el Parque Tecnológico de Álava. En el resto de emplazamientos donde la compañía francesa tiene intereses los datos caminan en la misma dirección. En la década de andadura de la Fundación, el total de proyectos surgidos fueron de 419 (incluidos los de Araba), 3.069 los empleos creados y 8,1 millones aportados por el gigante francés en forma de financiación (operaciones de crédito más avales a fondo perdido). La esperanzadora fotografía resultante continuará durante los próximos años, avanzó Sanchidrián, que justificó la apuesta de su empresa con un mensaje con pocos precedentes. “No vale obtener los resultados de cualquier manera. Aquí entendemos que tenemos una responsabilidad con el medio ambiente, con los agentes sociales y con la sociedad y su entorno, y ese es nuestro compromiso, colaborar y contribuir al desarrollo económico y social de donde estemos”, concluyó.