Un día después de que la la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, asegurara que el PP actuaría de forma contundente y sin distinciones contra los usuarios de las llamadas tarjetas B de Caja Madrid, el partido decidió ayer suspender la investigación interna sobre Rodrigo Rato después de que éste solicitara voluntariamente la suspensión temporal de militancia del partido.
Fuentes del PP explicaron que, en el caso de que la investigación abierta sobre el exministro de Economía se convirtiera en un expediente sancionador, el partido no podría sancionar a quien ya no es actualmente militante, como es el caso de Rato, por lo que ha decidido suspender las pesquisas.
Como era de esperar, la decisión de Rato fue recibida con respeto entre las filas de los populares mientras que suscitó las críticas en la oposición que, incluso aprovecharon para sacarlo a colación durante el debate de Presupuestos que comenzó ayer en el Congreso.
El portavoz del PP en la Cámara baja, Alfonso Alonso, consideró “sensata” la decisión de Rato de pedir su suspensión temporal de militancia y, ante el hecho de que el partido ya no le vaya a investigar, recordó que hay una investigación judicial abierta. Alonso recordó que el caso se está investigando en los tribunales gracias al Ejecutivo, que “se encontró una situación muy complicada” en el sistema financiero y por eso decidió rescatar algunas cajas, sanearlas y poner “orden”.
El Gobierno, continuó, “levantó la alfombra”, y por eso hay 39 expedientes de asuntos irregulares que pueden ser ilícitos. De “razonable” calificó el presidente del Congreso, Jesús Posada, el que Rato solicitase por sí mismo su suspensión de militancia porque “es mejor para todos”. “Ha hecho lo que ha considerado mejor, tanto para él como para el partido”, añadió el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Por contra, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, señaló que la suspensión temporal de militancia de Rato se resolvió “al más puro estilo Rajoy”, porque el presidente del Gobierno “nunca” hubiera tomado la decisión de echarle del partido.
Desde IU, José Luis Centella acusó al PP de actuar como un “cómplice activo y pasivo” del caso de las tarjetas opacas en Caja Madrid al bloquear ayer por sexta vez la creación de una comisión de investigación en el Congreso sobre la gestión de las cajas de ahorro. Para Centella, resultó asombroso que el expresidente de Bankia Rodrigo Rato se adelantara al PP y tuviera que pedir la suspensión temporal de militancia de forma voluntaria por este caso. “Evidencia lo mal que está el PP llevando este asunto, se niega a investigar en el Parlamento, se niega a investigar en su propio partido y el señor Rajoy sigue escondido detrás de una columna”, denunció.
Carlos Martínez Gorriarán, de UPyD, consideró “sospechoso” que Rato sólo solicitase la suspensión temporal del PP y creyó que el partido trataría así de evitar que se llegase al fondo del escándalo de las tarjetas opacas y depurará responsabilidades. Los partidos “viejos”, lamentó, en lugar de tomar medidas en cuanto aparece la más mínima sospecha de un comportamiento ilícito, esperan a que haya un proceso judicial y después “ya deciden qué hacen”.
También el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, señaló que el PP debería haber retirado antes el carné al exvicepresidente del Gobierno, al que consideró “inhabilitado” para trabajar en política o en instituciones públicas, al tiempo que remarcó no entender qué significaba su suspensión temporal. “No entiendo que no se haya hecho así y tampoco entiendo esto de la suspensión temporal. Me voy o no me voy o qué es”, reconoció.
La situación de Rato se terminó colando también en el “cara a cara” entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el líder del PSOE, en el debate de presupuestos en el Congreso. Sánchez reprochó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presente en la sesión, que no hubiera “dado la espalda a Rato” y que ni siquiera hubiese sido capaz de expulsarle del PP.
En su réplica, Montoro recordó a Sánchez que él era miembro de la asamblea general de Caja Madrid cuando sus directivos usaban las tarjetas opacas. “Usted estaba ahí para controlar la gestión y la cuentas ¿no? Pues, ¡enhorabuena por la calidad de su trabajo!”, le espetó con ironía.
En respuesta a las criticas recibidas por la oposición, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reprochó ayer al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sus alusiones al expresidente de Bankia Rodrigo Rato y al extesorero del PP Luis Bárcenas durante el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y le recordó que él fue miembro de la asamblea general que controlaba Caja Madrid. “Estaba ahí para controlar las cuentas de la entidad”, le espetó.
El líder de los socialistas calificó de “obsceno” que el Gobierno reivindicase que estos días el legado de Rato, implicado en el caso de las tarjetas B de fuera citado a declarar como imputado por los llamados papeles de Bárcenas. “Seguimos en el debate de altura, debate de Rato, Bárcenas... debate de altura”, respondió Montoro a Sánchez, afeándole esas menciones en su intervención sobre las Cuentas Públicas de 2015 cuando, según dijo, habían acudido a la Cámara a hablar sobre la recuperación económica de España. A renglón seguido, recalcó al secretario general de los socialistas que el Gobierno limitó el sueldo de los directivos bancarios de las empresas intervenida. - Efe/E.P.