Bilbao - Las dudas que sobrevuelan las principales economías europeas ralentizan la salida de la crisis en Euskadi, aunque el rumbo parece inequívoco. El Gobierno Vasco prevé un crecimiento los próximos trimestres “lento” pero “estable”, sostenido sobre todo por una recuperación del consumo de los hogares, lo que traerá más actividad empresarial. La mejoría de la demanda interna permite a Lakua mantener sus previsiones de aumento del PIB para este año, del 1%, y para 2015, del 1,7%, cifras que dan cuenta de esa mejoría al ralentí que prevé el Gobierno y que tendrán un impacto escaso sobre el empleo.
En el informe del segundo trimestre de 2014 que ha elaborado el Departamento de Hacienda y Finanzas no hay grandes alegrías, pero sí varias notas positivas que apuntalan al menos el ritmo lento pero seguro al que avanza la economía vasca. Uno de los principales puntos a favor es la recuperación de la demanda interna, que “se fortalecerá gradualmente” y pasará a ser “el principal motor de la economía vasca”, cubriendo así el ligero frenazo de la aportación de la exportación.
Entre los motivos de este repunte de la demanda interior el Gobierno Vasco destaca el mayor consumo privado e inversión, que se apoyarán en la baja inflación y el regreso de cierta confianza a los hogares, entre otros motivos por el tímido avance del mercado de trabajo en 2015. En la primera mitad de este año el mercado laboral vasco arroja un saldo positivo de 1.600 nuevos empleos -datos de Eustat- gracias al tirón del verano, mientras que hoy se conocerá la encuesta relativa al periodo julio-septiembre.
Este cierto aumento del consumo ya es una realidad, ya que la demanda interior aumentó un 1% en el segundo trimestre del año, con un avance importante respecto al trimestre anterior. Llama la atención el ritmo de consumo familiar, un 1,4% más en un año, una marca que no se alcanzaba desde 2010. Y sorprende sobre todo si se tiene en cuenta el retroceso de los salarios durante la crisis, lo que apunta a que se abre un periodo de mayor confianza en los hogares. La previsión es cerrar el año con un aumento del gasto familiar de un punto, que se consolidará en el 1,5% en 2015.
Precisamente este mayor consumo hará que aumenten las importaciones de productos a Euskadi, mientras que las exportaciones seguirán creciendo pero contribuirán en menor medida al aumento del PIB.
Hacienda afirma que la aceleración del PIB vasco viene “exclusivamente de un mayor impulso de la demanda interna”, frente a un comportamiento “más neutro” del sector exterior.
En segundo lugar, destaca la buena progresión que se presume para el sector de la construcción gracias a los bajos intereses de las hipotecas. En el informe de Lakua se prevé una caída de la actividad en esta rama este año superior a un punto, pero el año que viene se revertirá la situación y, trimestre a trimestre, el sector se recuperará hasta crecer en el conjunto de 2015 el 0,3%. No es mucho, pero tratándose de la actividad que más ha sufrido durante la crisis -ha perdido más de un tercio de los empleos desde 2008- y la que más tarde saldrá del bache, cualquier balón de oxígeno tras siete años de caída es bienvenido.
La industria, baluarte de la economía vasca, crecerá casi el 3% el año que viene, mientras los servicios se apuntarán un avance del 1,6%. En conjunto, Lakua estima que el PIB de la CAV crecerá el año que viene el 1,7%, siete décimas más que este año.
La tasa de 2015 será suficiente para generar empleo, aunque será poco, apenas el 0,7%, y el paro se mantendrá cerca del 15%, medio punto por debajo que en el cierre de 2014. Este ejercicio no hay previsión de creación de empleo, con lo que el escaso avance hasta junio se vería anulado en los dos trimestres finales.
Entre abril y junio, la CAV creció el 0,9% en tasa interanual, lo que mejora en medio punto el resultado del inicio del año. Euskadi se sitúa en un punto intermedio entre el ritmo alcanzado por la economía española (1,2%), y el de la eurozona (0,7%).
“Riesgos” desde Europa El consejero Ricardo Gatzagaetxebarria, pidió “prudencia” sobre todo ante el parón registrado por las potencias europeas, grandes compradoras de productos fabricados en Euskadi. El titular vasco de Hacienda recordó estos “riesgos” y otros que existen como la baja inflación o el aumento del déficit de cuenta corriente del Estado español.
Por ello, indicó que la economía vasca crecerá en los próximos meses de manera estable pero lenta, rebajando así la euforia desatada por el Gobierno de Madrid y por los últimos datos positivos conocidos como el aumento del número de empresas y autónomos.