Madrid - El Banco de España lanzó ayer una advertencia a los dirigentes de Caja Madrid involucrados en el escándalo de las tarjetas opacas que no han devuelto lo que gastaron. El número dos de la entidad supervisora, Fernando Restoy, aseguró que el Estado puede reclamar el dinero gastado con estas tarjetas opacas, que supera los 15 millones de euros, dada la inversión de fondos públicos en la caja de ahorros, ahora Bankia. Restoy recordó que serán los tribunales los que decidan el destino del dinero que algunos de los implicados ya han comenzado a devolver.
Entre los directivos y consejeros que utilizaron estas tarjetas figuran políticos, empresarios y sindicalistas, algunos de los cuales ya han abandonado su organización, bien por decisión propia o por expulsión. Ayer el PSOE anunció que ha expulsado del partido de manera provisional a diez militantes por su implicación en este caso, entre ellos Virgilio Zapatero, ministro siete años bajo el mandato de Felipe González. CCOO hará lo propio con sus representantes , que devolverán el dinero gastado.
Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, indicó por su parte que dejará la presidencia de esta confederación empresarial y su cargo en la CEOE. Fernández aseguró a Europa Press que “nunca pensó” que la tarjeta era ilegal, y recordó que ya ha devuelto el dinero.
Sobre las cantidades que han sido devueltas de manera voluntaria, el Banco de España recordó ayer que su destino debe ser decidido por los tribunales. Restoy aseguró en un acto del diario Financial Times que no se puede actuar en el sentido de iniciar expedientes sancionadores hasta que haya terminado el recorrido judicial, aunque sí apuntó que el Estado puede actuar para recuperar los más de 15 millones gastados por la cúpula de la caja intervenida en hoteles, restaurante, viajes y otros gastos personales. La entidad recibió más de 20.000 millones de euros en fondos públicos para su saneamiento, y sus actuales gestores prevén devolverla a manos privadas de manera que volverá a generar beneficios. Restoy indicó que el escándalo de las tarjetas no afectará a la venta de Bankia.
El PP estudiará hoy el caso de sus afiliados que hicieron uso de las tarjetas opacas de Caja Madrid, y decidirá si expulsa o no a los implicados, entre los que se está el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato. Los populares aseguran que se tomarán las medidas que sean necesarias “afecten a quien afecten”, mientras que el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, se mostró ayer partidario de la expulsión.
Desde el Gobierno español se explicó que entre los directivos que usaron las tarjetas B hay situaciones “muy distintas unas de otras”, por lo que se pidió “no prejuzgar” antes de que concluyan las investigaciones de la Agencia Tributaria. “Hay complejidad técnica y hay que dejar trabajar a los funcionarios de la Agencia Tributaria para que terminen las actuaciones de control necesarias”, dijo el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre.