BILBAO. Las mutuas son entidades privadas y sin ánimo de lucro, colaboradoras de la Seguridad Social para el pago de las prestaciones públicas en la salud laboral. En un comunicado, Confebask ha elogiado su labor.
Para la patronal vasca, el modelo que ahora se proyecta para las mutuas "incrementa al máximo el grado de intervencionismo e injerencia de la Administración" en unas asociaciones privadas de empresarios, cuya gestión trata ahora de subordinarse a la de la Seguridad Social, incluyendo además a las mutuas dentro del sector público estatal de carácter administrativo, algo que puede tener "graves y negativas" repercusiones para la calidad asistencial que se presta.
Confebask ha añadido que el nuevo modelo "ni incentiva la mejora en la gestión y recursos generados por las mutuas, ni permite un eficiente aprovechamiento de los recursos, menoscabando por contra la competitividad, el crecimiento y el empleo, además de la sostenibilidad de la Seguridad Social y el futuro de las pensiones".
Los empresarios vascos no ponen límites a la "necesaria supervisión y control" de las mutuas por parte de la Administración pública, pero han criticado que con el modelo que se dibuja las empresas pierden el poder sobre la capacidad organizativa y económica de una organización que les es propia, mientras los excedentes de las mutuas van a parar a la Seguridad Social sin traducirse en mejoras para las empresas, y la responsabilidad de las actuaciones y posibles pérdidas se deriva únicamente hacia éstas.
En cifras, con datos de las propias mutuas, la patronal ha estimado que los costes derivados de las prestaciones públicas podrían incrementarse con el nuevo sistema en 10.600 millones de euros al año, al tiempo que se pierde un potencial ahorro que se cuantifica en otros 16.000 millones anuales.
Confebask y sus organizaciones miembro han insistido en que las mutuas deben disponer de plena capacidad organizativa y presupuestaria, así como autonomía de gestión y ejecución.
Han considerado también que debe motivarse la mejora continua de su gestión, estableciendo un marco de libre competencia entre las propias mutuas.
Por último, han pedido que los resultados derivados de la colaboración en la gestión de las prestaciones públicas repercutan en las empresas mediante la reducción de sus cotizaciones a la Seguridad Social.