bruselas - Hace menos de una semana el Fondo Monetario Internacional alertaba del riesgo de la eurozona de padecer una tercera recesión desde el inicio de la crisis debido al bajo crecimiento e inflación. Ayer el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijjselbloem, minimizaba esta advertencia y se mostraba convencido de que 2015 será mejor. “No me creo esta última historia de la recesión en Europa. Si se mira a las cifras de crecimiento, las de este año son mejores que las del año pasado y todas las previsiones, incluyendo las del FMI, dicen que la mayoría de países tendrán un mayor crecimiento el año que viene que este”, zanjó ayer.

Tras el debate, de poco más de cuatro horas, admitió que hay consenso entre los ministros de los países del euro de que la situación “no es satisfactoria” y que requiere de “una actuación política fuerte de los gobiernos, especialmente una combinación creíble de reformas estructurales, política fiscal e inversiones”. A esto dedicaron ayer buena parte de la discusión, a esbozar un pacto de crecimiento que aune reformas estructurales e inversiones que deberán utilizarse, explicó Dijjselbloem, para apoyar la agenda de reformas. “Los Estados miembros tienen diferente margen de maniobra pero todos deben priorizar las inversiones en su gasto público”, advirtió el comisario de asuntos económicos, Jyrki Katainen, sobre un asunto que volverá hoy a la agenda del Ecofin.

Katainen recordó que mañana termina el plazo para entregar los borradores de presupuesto a Bruselas -hasta ahora solo hay tres países que lo han entregado Alemania, Holanda y Finlandia- pero rechazó entrar a valorar las especulaciones que apuntan a que Bruselas podría rechazar las cuentas públicas de Francia. “Es prematuro y no hay ninguna decisión”, advirtió. Uno de esos borradores es el presupuesto español. La Comisión Europea lo examinará con lupa durante noviembre pero de momento ya tenemos el segundo informe de la troika tras el rescate bancario español. Según el diagnóstico de los funcionarios de Bruselas y Frankfurt, la economía española crece a mayor velocidad que el resto de la eurozona, gracias a la creciente demanda doméstica, con una recuperación que ha cobrado impulso durante este 2014. Sin embargo, muchas son las sombras que le rodean.

El documento, que resume la visita que realizaron entre el 6 y 10 de octubre a Madrid, apunta hacia dos grandes problemas que hacen que la economía española siga siendo vulnerable y padezca “desequilibrios sustanciales”: el elevado desempleo y el alto endeudamiento.