BILBAO - La mejora de las expectativas de consumo de los ciudadanos confirma el viraje de la economía vasca. El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de Laboral Kutxa constata un avance en el segundo trimestre del año respecto al primero. La entidad financiera ha iniciado este ejercicio la elaboración del indicativo y no hay una serie histórica con la que comparar la evolución. Sin embargo, con los datos de los dos primeros trimestres se percibe una “evolución coherente con una fase de estabilización o crecimiento del consumo”. Es otra pieza con la que empedrar el camino de la salida de la crisis.
Más allá de valoraciones subjetivas, los responsables de Laboral Kutxa refuerzan la sensación de que se acaba el ciclo de la crisis con un dato muy tangible: el negocio bancario está creciendo los últimos meses, se conceden más créditos al consumo y, aunque los préstamos hipotecarios continúan bajo mínimos, la tendencia es positiva para el conjunto de la actividad bancaria.
El director del Área de Negocios, Xabier Egibar, y el jefe de Estudios de la caja, Joseba Madariaga, presentaron ayer el informe. Se trata de un indicador de expectativas y por ello “muy volátil”, excesivamente sujeto a la situación personal de los ciudadanos. Todo ello lleva a “ser prudentes” y “esperar unos trimestres” para que se consolide la evolución, pero ya hay “una mejora interesante” de la perspectiva de consumo en Euskadi.
Hasta el momento, la progresión es mínima y el ICC sigue siendo negativo. En una escala del -100 al 100, el índice se situó en el nivel -17 en el segundo trimestre del año. La clave es que hace tres meses la puntuación era más pesimista (-23). “Poco a poco somos menos negativos o más optimistas. Hemos superado una fase de la crisis y estamos en el inicio del proceso de crecimiento”, aseguró Joseba Madariaga. Las series estadísticas “están virando” desde mediados de 2013 y el acercamiento a terreno positivo de la variable consumo es una buena noticia. Madariaga recordó que el consumo privado supone el 60% de PIB, lo que implica que la economía no avanzará a un ritmo aceptable hasta que los ciudadanos y las empresas aumenten su ritmo de compra.
Ese momento no llegará posiblemente hasta el próximo año y el Índice de Confianza de la CAV es hoy uno de los más bajos de la UE. Laboral Kutxa ha elaborado su indicativo con parámetros comunitarios para comparar magnitudes y solo Francia (-22), envuelta en un alarmante frenazo de su economía, tiene peores registros. Incluso España (-7) se mueve en una zona más templada, mientras que países como Reino Unido (7) y Alemania (4) ya están en positivo.
Euskadi se alinea con la media europea, siguiendo un patrón que se ajusta a la “estabilización” del mercado laboral y de la economía vasca en general. A juicio de Madariaga, el menor pesimismo de los ciudadanos “anticipa un avance del consumo durante este trimestre”, lo que supondra un importante paso en el camino de salida de la recesión.
Los cuatro componentes del ICC de Laboral Kutxa han mejorado entre abril y junio. La expectativas sobre la situación económica general pasan de una nota de -23 a -19 y la situación del hogar evoluciona al mismo ritmo (de -16 a -13). La percepción negativa sobre el paro se corrige y baja al -17 desde el -20. No obstante, el comportamiento más favorable se produce en las expectativas sobre la capacidad de ahorro, que dan un salto desde una nota de -33 al -18, casi la mitad. Aún así sigue haciendo mucho frío para el consumo en la CAV. El 44% de los vascos estima que es mal momento para comprar y solo el 25% considera que es buen momento. Y en lo relativo a grandes compras -coches y vivienda-, el 98% de los ciudadanos asegura que no tiene ninguna intención de realizar una inversión de ese volumen.