gasteiz - Puede que el optimismo esté lejos aún de anidar en los bolsillos de la ciudadanía, pero es cierto que la estadística y la macroeconomía en los últimos tiempos parecen alimentar la tesis de la salida de la crisis. Lo hacía el propio SEA-Empresarios Alaveses esta misma semana, en su Barómetro Empresarial de junio, que apuntaba a una mejora general en las carteras de pedidos y facturación de las sociedades alavesas por primera vez desde que comenzó la crisis. Y ayer, con motivo de la Asamblea de la patronal alavesa, celebrada en el Palacio de Villa Suso, fueron el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente de la Comisión de Economía de la CEOE, José Luis Feito, quienes abonaron esta imagen de la luz a la final del túnel, aunque con distintos niveles de entusiasmo.
Urkullu se centró en la economía vasca para declarar que ha dado "los primeros pasos para la recuperación" en un proceso que, no obstante, advirtió de que será lento -"nuestra meta se sitúa en 2020", dijo- y que tiene como primer hito el objetivo de lograr que 2015 sea un año ya de creación neta de empleo. Feito fue más allá, para predecir que España vivirá un boom económico que causará "euforia en seis o siete meses". "En un año, el crecimiento de la economía se va a acelerar hasta cifras que hoy son pecaminosas", sentenció.
empleo sí, pero distinto Según sus tesis, si el PIB español continúa evolucionando como en el primer trimestre del año, podría cerrar 2014 con un crecimiento del 1,5% o, incluso, llegar al 2%. Un escenario que vendrá acompañado, añadió Feito, de creación de empleo a un "ritmo muy intenso". Eso sí, esos nuevos puestos de trabajo "no serán como los de antes", apuntó con la vista puesta en Alemania, donde el trabajo a tiempo parcial representa el 25%, explicó, frente al 15% del mercado laboral español y donde las subidas salariales son, dijo, más moderadas.
Un escenario casi realmente en positivo para el que Feito, sin embargo, apuntó un riesgo: "un cambio radical en la política económica" derivado del Gobierno que salga de las próximas elecciones generales -en principio, previstas para noviembre de 2015-, aunque consideró que los ajustes de los últimos años han sido "tan intensos" que es difícil que esa posibilidad se dé. Aviso a navegantes en cualquier caso.
llamada a invertir Con matices, el lehendakari también se apuntó a cierta mirada optimista de la economía vasca, sobre la base de la mejora de indicadores macroeconómicos como el Índice de Producción Industrial, el consumo privado o la inversión extranjera. En este sentido, Urkullu agradeció al auditorio empresarial -que reunió a representantes de las tres patronales territoriales y de Confebask, además de los consejeros Juan María Aburto y Ricardo Gatzagaetxebarria; el diputado general alavés, Javier de Andrés, y el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto- su "espíritu de resistencia" y al que animó a "invertir para contribuir a crear empleo".
El lehendakari mantiene las previsiones que el Gobierno Vasco viene manejando en los últimos meses sobre que, pese a que la economía vasca ha empezado a dar "los primeros pasos para la recuperación", ésta será "lenta" y su traducción al mercado laboral habrá de esperar, al menos, al año que viene, que Urkullu confía en que "sea el año de la creación de empleo neto, aunque sea poco". "La meta" para esa recuperación la situó el lehendakari en 2020.
Respecto a esa dificultad para que la mejora de la economía se traslada al empleo, el presidente de SEA, Pascal Gómez subrayó también durante su intervención que la coyuntura económica está empezando a cambiar, pero advirtió de que hasta que no se logren crecimientos sostenidos del PIB en torno al 2 % la creación de empleo no será una realidad. Con el contencioso que enfrenta al tejido empresarial alavés y al Ayuntamiento gasteiztarra en torno a la sentencia del IAE como telón de fondo, Gómez también reclamó ante la amplia representación institucional vasca presente "una fiscalidad competitiva" -ésta es de hecho la principal demanda de las empresas del territorio según el reciente Barómetro de SEA-, que "grave el beneficio" pero que no haya que pagar impuestos "sólo por levantar la persiana", así como que la financiación y los tipos de interés tengan "costes homologables" al resto de competidores europeos. - M.Ibáñez/Efe/E.P.