madrid - El presidente del BCE, Mario Draghi, afirmó ayer que la entidad se siente "cómoda" para actuar contra la baja inflación, si es necesario, en la reunión del próximo mes de junio, una vez analizadas las nuevas previsiones de principios de ese mes. "No estamos satisfechos con el camino de la inflación, y por lo tanto hay un consenso en no resignarnos, en no aceptarlo como un hecho ineludible", dijo Draghi.
"Esto nos lleva a un consenso para actuar, pero después de ver las proyecciones que se publicarán a principios de junio", dijo Draghi en la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno del BCE en el que se mantuvieron los tipos de interés en el mínimo del 0,25%. Draghi mostró su preocupación por la fortaleza del euro, debido a su efecto en la inflación y el crecimiento económico, y advirtió de que habrá que actuar.
"El tipo de cambio es una causa de gran preocupación para el objetivo de la estabilidad de los precios y por lo tanto habrá que afrontar esta preocupación", agregó. Señaló que el BCE "está cómodo con actuar la próxima vez, pero primero queremos las previsiones" sobre la inflación y la disponibilidad de créditos para el sector privado, dijo Draghi. - Efe