Gasteiz - "No se puede crear puestos de trabajo a golpe de decreto, pero con el Plan de Industrialización 2014-2016 completamos la estrategia que sentará las bases para la creación de empleo". Iñigo Urkullu presentó ayer la última pieza del engranaje diseñado por el Ejecutivo para facilitar el tránsito de la CAV hacia la luz al final del túnel: la hoja de ruta del Gobierno para incentivar la reindustrialización del país.

Empieza a rodar en su conjunto un programa que ya funciona en el 80% de sus actuaciones previstas para este año y cuyo objetivo es robustecer los cimientos de la economía con la industria, un sector que genera empleo de gran calidad y que por cada nueva contratación impulsa cerca de cuatro contratos en otras actividades.

"Lo importante es salir todos juntos de la crisis, aunque para eso haya que salir más lento", argumentó el lehendakari. Sobre esa reflexión planean los últimos datos del paro, que está mostrando ahora peor cara en Euskadi que en España. Esa tendencia no va a hacer cambiar el rumbo del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad y su apuesta por situar a la industria en el eje central de la recuperación. Con esa premisa, el lehendakari presentó el itinerario de aquí hasta el fin de la legislatura, que esta asentado sobre tres grandes ideas, las líneas que acotan el camino que conduce hacia la salida de la crisis.

La primera clave es respaldar las reestructuraciones de empresas viables para garantizar su supervivencia así como reforzar en general las fuentes de financiación del tejido industrial. La segunda apuntalar los síntomas de mejora de la economía reforzando la actividad industrial con procesos de innovación e internacionalización. En tercer lugar, el Ejecutivo se volcará en el impulso de la creación de nuevas empresas y en implicar a los trabajadores en la gestión, favoreciendo con ayudas públicas la entrada de las plantillas en el capital de las compañías. Las empresas deben superar "el modelo de fabricar bien" para desarrollar productos de alto valor añadido, destacó la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia. En ese terreno los centros de manufactura avanzada de Eibar (energía eólica) y Zamudio (aeronáutica) tendrán gran protagonismo.

Sobre la mesa hay un presupuesto de 575 millones de euros -187 millones para este ejercicio y cantidades similares actualizadas para 2015 y 2016- y otros 1.275 millones destinados este año a la financiación de proyectos empresariales. El Plan de Industrialización gira en torno a cinco ejes estratégicos, siete objetivos centrales y 20 línea de acción.

En esencia, se persigue dinamizar un sector que, pese a la erosión de la crisis, sigue representando una cuarta parte del PIB de Euskadi. El impacto de la industria en la economía es un arma de doble filo en el actual contexto. No tiene el dinamismo de la hostelería a la hora de crear empleo; pero genera puestos de trabajo de más calidad, menos sometidos a la estacionalidad y con mayores derechos que los ligados al turismo.

Modelo económico Por ello, aunque las estadísticas del paro chirríen, el Gobierno vasco considera que lo importante es sentar las bases para que la música del empleo suene afinada en el futuro gracias al instrumento más armónico de la orquesta, la industria. Es precisamente la base industrial del modelo económico vasco el que permite que la CAV mantenga un nivel de paro muy inferior al del Estado y Urkullu pidió tiempo para que la mejoría que ya se percibe en algunos indicativos del sector se traduzca en puestos de trabajo.

"Queremos ayudar a la industria a econtrar su espacio competitivo en la economía global, promoviendo políticas enfocadas a la creación de valor y empleo como base de nuestro desarrollo futuro", señaló el lehendakari. También recordó que la iniciativa se enmarca dentro del Programa Marco por el Empleo y la Reactivación Económica y complementa el Plan de Internacionalización Basque Country, el Plan de Inversiones, el de lucha contra el paro y la puesta en marcha del Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación. Se "culmina la estrategia de crecimiento sostenible", afirmó.

No existen fórmulas mágicas para favorecer la reactivación del tejido productivo y del empleo, el papel del Gobierno está limitado a apoyar a las empresas para que la industria recupere el terreno perdido durante la crisis, en torno a cinco puntos en términos PIB, según recordó , Arantza Tapia. La consejera sostuvo que la industria vasca necesita "financiación suficiente y en condiciones competitivas" pero también necesita "superar las relaciones laborales basadas en el conflicto para pasar a proyectos generados a partir del compromiso compartido entre personas".

575

millones de euros es el presupuesto trianual del Plan de Industrialización. De ellos, 187 millones están consignados a actuaciones previstas para este ejercicio. La cifra será similar los otros dos años de duración del programa. Además, hay otros 1.275 millones disponibles para facilitar la financiación de las empresas vascas.

Objetivos. 1. Respaldar la reestructuración y la supervivencia de empresas viables.

2. Reforzar y diversificar instrumentos de financiación.

3. Apoyar la diversificación hacia nuevos sectores de oportunidad.

4. Aumentar la actividad empresarial, con diferentes modalidades de creación de nuevas iniciativas emprendedoras.

5. Mantener y reforzar el peso de la industria en la economía vasca, creando un contexto facilitador de la competitividad.

6. Impulsar un desarrollo de la política energética.

7. Desarrollar y apoyar al capital humano para promover el empleo y reforzar la competitividad del tejido empresarial. Incluso incentivando la entrada de trabajadores en el capital de la empresa.