el joven León de Seat pasará a mayores a final de temporada con la salida a escena del ST. Esta alternativa formal de inspiración familiar coge aire para satisfacer plenamente a ese sector de público con necesidades de transporte superiores a la media y también a las personas reacias a viajar con apreturas. No es habitual que un derivado despierte casi tantas expectativas como el modelo que lo inspira, aunque hay que reconocer que tras el ST hay una brillante labor de sastrería. Esta tercera ejecución del León depara uno de los 'break' compactos más ligeros, esbeltos y capaces del mercado. No hay precios oficiales todavía, pero la distancia económica entre el Ibiza normal y el familiar ronda los setecientos euros, por lo que el León ST debería arrancar sin descuentos por debajo de 16.000 euros.
La sobria elegancia del envase original de cinco puertas, luego comprimido para conferir un toque de deportividad al SC de tres accesos, perdura en esta interpretación voluminosa. El ST -pongamos que las siglas significan Sport Touring- permanece leal al estilo fluido y nada recargado de sus hermanos, aunque adquiere un superior empaque gracias a su mayor corpulencia.
Mientras que el SC compacta la hechura del León normal -pierde 3 centímetros de largo y 3,5 entre ejes además de achatar la zaga acentuando el declive del techo-, el familiar hace lo contrario para expandir la cabina. Prolonga su eslora 28 centímetros, hasta alcanzar 4,54 metros. Ese estirón se concentra en el voladizo trasero. La distancia entre ejes no varía, por lo que la que espaciosidad de su cabina es más una sensación. El grato desahogo a bordo se debe a la expansión del envoltorio y no al aumento real de hueco habitable.
Los 380 litros de maletero que brindan los dos carrozados conocidos aumentan considerablemente en el ST. Ofrece 587 litros con las cinco plazas, pero puede alcanzar 1.470 si el asiento posterior es abatido, convirtiéndose así en el segundo modelo de su talla más amplio (sólo lo supera el Golf). Los respaldos traseros se pliegan con facilidad desde el maletero, cuyo doble fondo permite almacenar adecuadamente pertenencias a menudo dispersas, lo que facilita las operaciones de carga y descarga. Además, algunas versiones pueden tumbar el dorso del asiento del copiloto para dar cabida a bultos excepcionalmente largos. La transformación del envase compacto en familiar no ha comportado un incremento desmedido en el peso del vehículo, que sólo gana 45 kg.
La principal seña de identidad del León ST es la tecnología de faros integrales de LEDs combinados con los grupos ópticos traseros, también de diodos. A demás, incorpora freno multicolisión de serie y puede montar sofisticaciones como el detector de somnolencia en el conductor, asistente de luces largas y alerta de cambio involuntario de carril. También se puede beneficiar de avances de la electrónica como control de velocidad adaptativo con radar de proximidad (actúa entre 30 y 160 km/h), control de chasis DCC (acomoda el tacto de la amortiguación) y Dirección Progresiva para ganar precisión en una conducción deportiva.